El equipo de la empresa Archeonauta que este sábado inspeccionó el lugar en el que se instalará el nuevo emisario de la Edar de Viveiro no observó "ningún elemento de interés histórico o patrimonial", según explica el arqueólogo subacuático Miguel San Claudio, a falta de analizar los resultados en profundidad.
Junto a un compañero y desde una embarcación hicieron "varias pasadas sobre la zona donde se va a montar el nuevo emisario", que irá "prácticamente en paralelo" al actual, que está roto y se va a retirar. Emplearon un sonar de barrido lateral para ver el fondo marino, "un fondo de arena" en el que "no parece que haya nada" que merezca la protección de Patrimonio, que exigía un estudio arqueológico para autorizar la obra de retirar la vieja canalización e instalar la nueva, por si pudiera haber algún pecio o resto de interés.
"Tenemos datos dispersos acerca de la presencia de algunos naufragios de interés histórico en la zona, pero en ese punto no tenemos ninguno", comentaba San Claudio, y así lo mostraron las imágenes del sonar, cuyos resultados estudiarán ahora "en gabinete" para cerciorarse de si hay o no algún elemento susceptible de ser analizado, para lo que tendrían que volver y comprobarlo en una inmersión.
Augas de Galicia contrató el estudio dentro de los trámites para la sustitución del emisario, dentro del proyecto global de saneamiento de Celeiro que tiene un presupuesto de 3,5 millones. El emisario es una tubería de fibrocemento de 3,5 kilómetros de largo y 50 centímetros de ancho que está rota en su tramo inicial, frente al muelle de Celeiro, donde vierte.