El armador del Lumian: "Enderezalo é responsabilidade do varadoiro"

La silicona que se aplica con la pintura a los grandes buques y un fallo en la maniobra de varada pudieron combinarse para ocasionar de forma conjunta el escoramiento a babor

 

Estado en que se encuentra el pesquero, volcado contra el muro que delimita la rampa del carro. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Estado en que se encuentra el pesquero, volcado contra el muro que delimita la rampa del carro. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El escoramiento del volantero Lumian a la entrada del varadero Vibu de Burela, donde acabó volcado contra el muro de la escollera que delimita la lámina de agua y la superficie portuaria, es con toda probabilidad una suma de factores pero, independientemente de los motivos, el armador del pesquero asegura que la operación para enderezar el barco está en estudio por los técnicos de la empresa propietaria de las instalaciones, pues escoró a babor cuando estaban izándolo por la cama creada con ese fin para colocarlo en el carro. "No momento en que o barco entra no varadoiro é el o responsable", se limita a decir el dueño del buque.

La operación de reposicionamiento requerirá el empleo de grandes grúas, un sistema que ya se utilizó con el Mataleñas, y su realización deberá establecerse entre los responsables del varadero, de la empresa propietaria de las mismas y del seguro de la embarcación. Los trabajos tienen que efectuarse durante la pleamar, dado que es necesario introducirlo a la mar para después volver a subirlo al carro, según el capitán marítimo de Burela, Fernando Otero.

La duración de dichas labores dependerá de la marcha de los trabajos para que recupere su situación previa. El capitán marítimo entiende que con el tiempo bueno y las grúas en el muelle, la operación podría completarse fácilmente en tres o cuatro días, por lo que calcula que esta semana debería quedar solventada la incidencia, si todo discurre bien. Operarios del varadero examinaron ayer la situación de la embarcación durante la bajamar para decidir las medidas a adoptar y vigilantes del Servizo de Gardacostas vieron que no se aprecia contaminación en la zona donde se produjo el vuelco.

Las gentes del mar especulan sobre las posibles causas del escoramiento, entre las que citan la influencia de la silicona que se aplica con la pintura, un producto de alta calidad y sin toxicidad que aporta mayor durabilidad, el triple que otras. Dicho material hace que al contacto con el agua no ofrezca tanta resistencia al rozamiento como los usados antes, por lo que facilita el desplazamiento de los barcos en la mar.

Esa técnica, muy empleada en buques de gran porte como los congeladores que operan en el océano Pacífico, tiene como desventaja a la hora de subir las embarcaciones al carro que es muy deslizante, lo que pudo favorecer que se produjese el desplazamiento. Esas propiedades deslizantes obligan a trincar o amarrar bien las embarcaciones para evitar movimientos indeseados en el izado.

Otro factor que pudo ser decisivo consistiría en un fallo a la hora de efectuar la varada del barco. Ambos elementos unidos habrían derivado en el vuelco. Expertos consultados indican que "cando se produce unha vibración ao tirar do buque, como haxa un comezo de escoramento, logo é moi dífícil recuperalo polas toneladas de peso que ten".

MUY MEDIDO. Especialistas descartan la incidencia de un desequilibrio de pesos a bordo como desencadenante del escoramiento, puesto que la cama o mecanismo de asentamiento que se construye con tablones y que tiene la forma del barco suele realizarse a partir de la cuaderna maestra de la embarcación, por lo que coincide a la perfección. En contra podrían jugar las formas especiales que debe tener la "cama" de barcos de estas características, pues cualquier variación puede desestabilizar el pesquero durante el izado, provocando que resbale o el movimiento de los calzos que se utilizan para asentarlo.

El mismo barco sufrió un vuelco similar el 6 de marzo de 2019 en los varaderos Lazareto de A Coruña, donde lograron que volviese a su posición original al cabo de unos cinco meses, en agosto de ese año.

El pesquero estaba entonces en seco y se escurrió hasta acabar volcado sobre el costado de babor. El sistema empleado en aquel momento fue el mismo que se prevé utilizar ahora, pues usaron dos grandes grúas para que recuperase la estabilidad y proceder a su reparación.

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