"Estuve ya muchas veces aquí", recalca Rafa Mayoral para dejar muy claro que no es ningún paracaidista que aterriza para anotarse una medalla. Maneja con soltura la problemática que vive la fábrica de Aluminio de Alcoa y cree que es imprescindible aprovechar que se demostró sobradamente en la pandemia que la producción de aluminio primario es un bien esencial.
¿Qué es lo que hay que hacer ahora con Alcoa?
En función de su actitud lo que se requiere es poner orden: que respeten las normas, a los trabajadores y la soberanía popular. Aquí se va a seguir produciendo aluminio primario porque se demostró durante el estado de alarma que es esencial y los compañeros de Alcoa lo lograron produciéndolo por ejemplo para medicamentos. Así que me parece inconcebible la actitud de Alcoa. Se puede invertir en España, claro que sí, pero tiene que ser respetando las normas y a nuestro pueblo y quien no lo haga pues tendrá que atenerse a las consecuencias.
Los ministros de su partido no integran ministerios clave en este asunto pero sí forman parte del Gobierno. ¿Qué hay que hacer ahora desde el Ejecutivo central?
Creo que en esta fase, y más con este ordenamiento laboral, realmente donde tiene que haber decisiones importantes es en Industria, Transición Ecológica y Hacienda, que es donde está la Sepi. Creemos también que tiene que ser una acción unitaria, sentando a Alcoa con el Gobierno central, con la Xunta y los concellos en defensa de un interés general, porque Alcoa está amenazando el interés general de toda la ciudadanía cuando amenaza todos esos puestos de trabajo y la posibilidad de que se elimine un sector industrial esencial como es el aluminio primario para nuestro país.
¿Se está dando de verdad un trabajo conjunto de Gobierno y Xunta?
Creo que tenemos que agradecer a la clase trabajadora de la factoría haber sido quien tirase del carro para que esto se pudiese llegar a producir. Su unidad impulsa la posibilidad de poder enfrentar grandes retos del país en el futuro. Necesitamos que la gente trabajadora se implique y se una para defender intereses de las mayorías sociales y de la soberanía popular y están demostrando con su trabajo, con su abnegación y con su compromiso que están siendo la punta de lanza en este proceso y tirando de las administraciones. Eso tenemos que reconocérselo todas las fuerzas políticas y agradecérselo.
¿Y ahora qué? ¿Se puede frenar el escenario que plantea Alcoa?
El planteamiento que tiene Alcoa es cerrar esto y quedarse con el 20% del mercado de aluminio pero haciéndolo desde fuera. Pero esto es un peligro para todo el país, no solamente para la producción de aluminio primario, sino para todo el sector de transformación de aluminio e incluso una amenaza estratégica en el caso de que se pudiera producir un parón de la producción en medio de una emergencia sanitaria como la actual y una crisis global, porque si hay problemas en las cadenas de abastecimiento, tendríamos un problema muy serio en este país que no nos podemos permitir.
Habla de afrontar esto en clave estratégica estatal. ¿Lo ve viable?
Hay una necesidad de establecer una estrategia de soberanía industrial. Hay que convertir al Estado en un agente económico y un regulador fundamental y tiene que plantearse que tiene que haber empresas privadas, por supuesto, pero bajo un interés general y sometidas a las instituciones para garantizar la soberanía popular y de forma que satisfaga las necesidades de la población como elemento central.
