Ahora solo falta que el 22 de diciembre corran el cava en la administración de loterías de Esther Murados y las buenas noticias en el quiosco de Rosi, mismo al lado y en primera línea de playa de San Cibrao. "Estoy incrédula por la repercusión del anuncio de la Lotería, más allá de la promoción para el pueblo. Del número de todos los años, el 02959, nos quedan ya pocos billetes y hemos tenido que pedir otros números al agotar varios más", dice Esther. La han llamado desde Astorga o Madrid para jugar sus números ya cuando se comenzó a saber en redes que el spot de amistad entre el farero y la florista Julia se rodaría en el faro de A Atalaia y otras zonas.
Es un premio visual muy repartido con el puerto de Burela, la carretera costera que une ambas localidades y establecimientos sancibreses como el bar Aquelarre, ex Brunos, reconvertido para la grabación en la floristería de Tres Orquídeas, o el de efectos navales O Rubio, histórica fachada de la Casa de Barcia que sirvió para escenificar la administración de loterías, con un poco de atrezzo.
"Todo o que sexa promocionar o pobo está ben e a xente da rodaxe era moi agradable", explica Juan Parapar, O Rubio de Covas pero ya sancibrense, al que le desmontaron su luminoso y adaptaron la puerta a un estilo marinero en el rodaje. No pidió nada pero le abonaron el servicio y la colaboración ha sido general desde el espectacular faro para abajo. El alcalde cervense, Alfonso Villares, se muestra orgulloso y encantado con la campaña, "unha fermosa historia chea de xenerosidade que xira en torno ao faro de San Cibrao". Todos dieron facilidades e incluso los bomberos esparcieron espuma en los márgenes de la carretera costera para simular la fría nieve invernal cerca del mar.
Una ilusión de cine, como es en buena medida la propia lotería, porque pocos pueblos tiene Lugo más radiantes y soleados que el propio San Cibrao. Y la casa de la farera, Elena, es muy luminosa. Este jueves, como los días de rodaje, el clima era agradecido y a la entrada de O Rubio también disfrutaba de la tarde el asturiano Julio López.
Oriundo de Ujo, al lado de Mieres, pero reimplantado en San Cibrao, donde es habitual de la caña de pescar, dice que "este pueblo es lo más, yo el día que marcho lloro y todo, de hecho ya soy mitad gallego y mitad asturiano, tengo piso aquí". Otra de las historias del anuncio de la Lotería de este año se rodó cerca, entre Tapia y Avilés. Junto a ellos, Manuel Canoura, marinero xovense reimplantado en Alúmina y ya jubilado, también espera algo bueno.
"Con lo parado que está esto, el anuncio viene bien, aunque si nos tocara el Gordo...", dicen Esther y Cruz mientras despachan billetes en Cantigas. Esther juega pero solo picó algo en una Bonoloto de cuatro aciertos y millón y pico de pesetas en la Quiniela. En 2017 repartieron 30.000 euros en la Lotería y otra vez solo les faltó una cifra del Gordo. Así que ya toca.
