Aunque el Pescados Rubén Burela femenino se encuentra todavía inmerso en plena competición, la dirección técnica de la entidad mariñana no está con los brazos cruzados y ya empezó a planificar semanas atrás la próxima temporada.
El conjunto burelista se ha movido bien en el mercado para rejuvenecer su plantilla con futbolistas internacionales en previsión de las numerosas bajas que se perfilan en la plantilla laranxa.
Si nada se tuerce, la gallega Antía Pérez, del Sala Zaragoza, y la meta andaluza Caridad García, procedente del Poio Pescamar, se incorporarán este verano a la disciplina del conjunto mariñano.
Antía Pérez (Vigo, 2000) es una prometedora ala-pívot criada en la cantera del Ourense Envialia a la que dos lesiones graves de rodilla le cortaron su progresión. La primera la sufrió en el cruzado anterior de la articulación izquierda en octubre del 2018, cuando disputa en Buenos Aires el partido por el bronce de los Juegos Olímpicos de la Juventud con la selección española Sub-18. La segunda, justo un año después mientras entrenaba con el Poio Pescamar, le afectó al cruzado anterior de su rodilla derecha y vino acompañada de una pequeña fractura en la meseta tibial. Tras recuperarse satisfactoriamente, al final de la pasada temporada también se temió por una nueva lesión grave en la rodilla derecha, pero finalmente se quedó en un esguince de ligamento interno y edema óseo.
Después de tres campañas en el Poio Pescamar firmó el pasado año por el Sala Zaragoza, con quien logró la permanencia en el último partido. Este curso ha tenido más continuidad que en las temporadas anteriores y en mayo debutó en una convocatoria de la selección absoluta. Cumplirá 22 años la próxima semana y es un portento físico para jugar en el pívot que destaca por su perseverancia y mentalidad de hierro.
Mientras, Caridad Garcia (Sanlúcar de Barrameda, 1999) soplará 23 velas en julio y es una guardameta que destaca por su rapidez, sus reflejos bajo palos y por tener un buen uno contra uno.
Caridad se crió en la cantera del Cádiz FSF y debutó en Primera con el Guadalcacín jerezano. En el verano del 2019 recaló en el Poio Pescamar, elástica que ha defendido en las últimas tres temporadas. En las dos primeras compartió equipo con la también internacional Silvia Aguete, por lo que formaban la mejor portería de la Primera División.
Con 20 años debutó en la selección absoluta española y fue una asidua en las convocatorias de Clàudia Pons, aunque en esta última campaña ha perdido algo de protagonismo.
