"Andiveron pola casa e remexeron todo"

Los ladrones maniataron al cura de Covas de madrugada en su domicilio para asaltarlo y llevarse un escaso botín de 600 euros
Xosé Román Escourido (sobreimpresionado) y la casa parroquial de Covas, en la que reside. JMª ÁLVEZ
photo_camera Xosé Román Escourido (sobreimpresionado) y la casa parroquial de Covas, en la que reside.

Los ladrones asaltaron en la madrugada del domingo al lunes pasado al párroco de Covas, Xosé Román Escourido Basanta. El robo, que ocurrió hacia las tres y media de la noche en la casa parroquial, se produjo con violencia e intimidación. Los autores forzaron la puerta principal de la casa para acceder a la vivienda y una vez en el interior se dirigieron a la habitación donde dormía el cura, al que despertaron y maniataron con unas cuerdas que portaban, razón por la que se considera que iban preparados.

Uno de los delincuentes amenazó al sacerdote a la vez que le indicó que solo querían dinero y no le harían daño si se lo entregaba. Al preguntarle dónde lo guardaba les dijo el lugar donde tenía un sobre, que contenía unos 200 euros para gastos personales, una cantidad que les pareció insuficiente, motivo por el que iniciaron un minucioso registro de todas las dependencias de la vivienda.

"Vinos porque me espertaron ás tres e media da mañá, foron á miña habitación, despois de entrar pola porta principal, rompérona e entraron. Eran cinco, catro ou cinco", explicaba aún bastante afectado por lo sucedido, aunque los autores de este robo llevaban la cara tapada, por lo que únicamente pudo ver cuántos eran aproximadamente.

Román señalaba este martes que no resultó herido ni tenía moratones tras atarle las manos con unas cuerdas. "Non pasou nada", decía aún nervioso tras el susto. "Non estou para moito, aínda estou mirando as cousas", indicaba tras reconocer que todavía estaba ordenando la vivienda, donde los ladrones revolvieron todo hasta que localizaron las bolsas donde guardaba alrededor de otros 400 euros procedentes de las recaudaciones de varias iglesias. "Levaron o diñeiro, andiveron pola casa e remexeron todo", resumía.

Cuando los ladrones abandonaron la vivienda, el párroco dejó pasar un tiempo, se desató como pudo y llamó a otro cura, quien le acompañó y juntos avisaron de lo sucedido a la Guardia Civil. Román pasó el martes por la mañana por la comisaría vivariense para presentar la correspondiente denuncia y tanto la Policía Científica como la Judicial estuvieron ya en su domicilio para recabar huellas y otros vestigios que puedan ponerles sobre la pista de los autores. La Policía Nacional inició pesquisas sobre este robo que está bajo secreto de sumario y cree que los autores son de la zona, no una banda organizada.

La diócesis de Mondoñedo-Ferrol puso en redes sociales un comentario breve indicando que el sacerdote se encontraba bien «a pesar del enorme susto», a lo que añadía que se trataba del segundo robo que sufre el cura en su domicilio y que durante el anterior no se encontraba dentro de la casa.

El párroco de Covas vive solo, como ocurre con algunos otros curas de la zona rural, muchos de los cuales tienen asimismo una edad avanzada. La preocupación era notoria ayer entre el clero vivariense, igual que entre los fieles que le conocen.

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