Un amplio dispositivo velará por la seguridad esta Semana Santa en Viveiro. En la junta celebrada ayer a iniciativa de la alcaldesa, María Loureiro, se detallaron los cortes en las calles para el paso de las procesiones, el refuerzo de medios para impedir alteraciones del orden o hurtos, la colocación de obstáculos para prevenir actos terroristas o el control de horas de cierre de locales y la prohibición de botellones en el casco histórico. Además de la regidora participaron el edil Jesús Fernández, el presidente de la Xunta de Cofradías y representantes de Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil y bomberos.
Loureiro explica que la avenida de Cervantes estará cortada al tráfico del jueves al domingo a partir de las seis y media de la tarde y hasta la conclusión de las procesiones, puesto que buena parte salen desde San Francisco o discurren por esta vía, donde se congrega mucha gente para verlas. "Vamos a poner unos semáforos para desviar por Rego das Flores y Cervantes se cerrará desde la tarde, pero por la mañana se podrá circular por los dos accesos", precisa. También se cortará de forma puntual el puente de A Misericordia para la procesión del mismo nombre en la medianoche del jueves, que sale del Ecce Homo hacia Viveiro y regresa por el mismo sitio.
La Policía Local y la Nacional controlarán que no haya botellones en el casco histórico y el horario de cierre de los locales
La alcaldesa también resaltó la importancia de "erradicar" los botellones en el casco histórico, tanto por seguridad y limpieza de los espacios como por "respeto" hacia los actos religiosos. "Hay procesiones que duran hasta las tres de la mañana y además la iglesia de Santa María abre muy temprano", recuerda. La Policía Local velará por impedir estas prácticas en colaboración con la Nacional y también se coordinarán para controlar las horas de cierre de los locales y la salida de los clientes.
Ambos cuerpos, con apoyo de Protección Civil y los bomberos, velarán en general por la seguridad en todas las procesiones, especialmente en aquellas que discurren por la carretera y el puente, zonas en las que se colocarán camiones como obstáculos para dar cumplimiento a las directrices estatales, ya que el país continúa en nivel 4 de alerta antiterrorista.
La Nacional también reforzará su presencia de jueves a domingo con dispositivos especiales de agentes uniformados y de paisano para asegurar que no se produzcan altercados y garantizar la seguridad de las procesiones y de cuantos asisten a ellas. También estarán pendientes de la comisión de hurtos por parte de personas o grupos que aprovechan las grandes aglomeraciones de gente que se dan en lugares como la avenida de Cervantes o la Praza Maior.
