Aluvión de críticas en el primer día de multas del nuevo radar en O Fiouco

"Si el equipo controla la velocidad en función del clima, también debería dejar ir a 120 con buen tiempo", reclaman los conductores

Nuevo radar de tramo en dirección Abadín. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Nuevo radar de tramo en dirección Abadín. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El estreno del radar de tramo, que multaba desde este lunes en el Alto do Fiouco de la Autovía del Cantábrico (A-8) en sentido Abadín, recibió críticas entre los usuarios del trazado consultados por este diario. Muchos de ellos desconocían que se lo iban a topar en su trayecto. Más que una medida de seguridad vial, la mayoría ve en él un "recurso recaudatorio", y demanda una solución "eficaz para el problema de las nieblas y del viento". La Dirección General de Tráfico señaló que era demasiado pronto para ver el resultado de esta primera jornada en cuanto a multas, pero la principal reclamación del ciudadano es poder también superar la velocidad de 100 por hora si reina el buen tiempo.

El radar controla un tramo de unos cinco kilómetros en sentido ascendente durante los que hay que circular a 100 kilómetros por hora como máximo -en el lado opuesto parece que ayer se mudó la distancia de control a una similar, en lugar de a los nueve kilómetros hasta ahora vigilados-. La principal reclamación del usuario es la de aplicar a todas las situaciones climatológicas las medidas impuestas. Es decir, el radar de tramo está fijado en 100, pero en caso de alertas, como la roja, previa al cierre, hay que circular a no más de 60, como marcan los indicadores. Pues bien, el conductor pide que "de la misma forma, si hay buen tiempo, que se pueda circular a más de 100".

Por otra parte, un ingeniero técnico agrícola ribadense, José Ángel Salvatierra, que antes de la inauguración del trazado advirtió sobre su peligrosidad en la delegación de Carreteras, cree que el radar no es solución; ésta habría que buscarla, según él, en un posible falso túnel o al menos en la activación de las balizas instaladas.

Un camionero consultado al respecto en la gasolinera de A Xesta matizó: "Es difícil que multen a un camión subiendo por O Fiouco a más de 90, que es la velocidad máxima que tenemos fijada, así que si el límite está a 100, nosotros no deberíamos tener problema". Otros apostillaban que, "quizabes hoxe -por este lunes, día 26, en pleno comienzo de la Semana Santa-, non sexa o mellor momento para consultar a súa influencia, porque son datas de pouco tránsito para as mercadorías".

Muy pocos estaban a favor de la medida, como fue el caso de los empleados de una empresa de muebles que suelen viajar a menudo por la zona con un furgón. Desde el anonimato señalaron: "Con el accidente tan grave que ocurrió en 2014, en el que murió una persona, algo había que hacer. Y de todos modos, salvo que haga buen tiempo, la mayor parte de la gente no va a ir a una velocidad superior a 60 en nivel rojo de niebla, por ejemplo, porque el radar se adapta a las variables climatológicas".

Otros conductores de autobús, que tampoco quisieron identificarse, apostillaron que "las que son medidas realmente recaudatorias son las de los radares instalados en motos escondidas. Pero estos radares, anunciados kilómetros antes en la Autovía, no son una sorpresa, no están hechos para cazar al conductor".

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