Aluminio continúa en el medio del túnel

Doce meses después de que estallara el conflicto en San Cibrao vuelve a negociarse la venta reas el primer intento fallido
Protesta de Alcoa. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Protesta de Alcoa. JOSÉ Mª ÁLVEZ

HOY SE cumple un año desde que la multinacional Alcoa anunciara un despido colectivo a 524 trabajadores de la planta de Aluminio del complejo industrial de San Cibrao. Se desataba así un conflicto industrial que afectaba también a la industria auxiliar y por extensión a toda la comarca, que se hizo consciente de que un pilar de su economía se estaba resquebrajando. Los últimos doce meses dieron para mucho y para muy poco. A pesar de las movilizaciones, las negociaciones y las buenas palabras todavía no se ha llegado al final de la crisis. El último plazo en el horizonte es el 19 de julio, día fijado por el comité para mantener la paz social. El domingo en Xove una concentración recordará la efeméride.

1. ¿Es la situación en Aluminio la crónica de una crisis anunciada?


Puede decirse que sí. El precio de la energía siempre fue un caballo de batalla para la sostenibilidad de la planta, ya incluso en las negociaciones de venta a Alcoa y se fue agravando paulatinamente. En 2013 las ayudas de interrumpibilidad pasaron a ser mediante subasta, un mecanismo que la empresa denunció recurrentemente que provocaba el encarecimiento del precio de la energía, lo cual teniendo en cuenta que la electricidad supone el mayor coste para la planta de Aluminio empezó a descuadrar los números. En julio de 2019, la empresa anunció una reducción de la producción en Aluminio de un 5% y a principios del mes siguiente de un 6,25%. Ese mismo mes de agosto, la empresa acordó la parada de 32 de las 512 cubas de electrolisis. Todas estas medidas respondían a la necesidad, según la multinacional, de rebajar las pérdidas en la planta. Sin embargo no eran estos los primeros síntomas de que la actividad en Aluminio empezaba a agotarse, puesto que desde hacía años los trabajadores llevaban denunciando la falta de mantenimiento que sufría la planta y no solo eso, sino que la falta de inversiones la estaba dejando obsoleta para poder competir en un mercado cada vez más exigente.

2. ¿Cuándo se desató la crisis formalmente?


Fue el 28 de mayo de 2020 cuando el director de Alcoa en España, Álvaro Dorado, comunicó al comité en una reunión en Lugo el inicio de un periodo de consultas para un proceso de despido colectivo. La empresa propuso un plazo de unas tres semanas para explicar a los representantes de los trabajadores la situación de la planta y los retos que afrontaba, así como discutir las opciones y medidas a adoptar. La empresa puso encima de la mesa los problemas externos y de producción que insistía en que hacían inviable la producción de aluminio en San Cibrao. También apeló a los problemas estructurales que incluían los costes de la energía y el bajo precio del aluminio en aquel momento al que se sumaba el exceso de capacidad global.

3. ¿Cuál fue la reacción de los trabajadores?


Los miembros del comité rechazaron de plano la decisión unilateral de la empresa de plantear el despido. El presidente del organismo, José Antonio Zan, aseguraba en aquel momento que la pérdida de Aluminio supondría volver a la comarca «40 o 50 años atrás». En aquella reunión, los representantes de los trabajadores le exigieron a la empresa que desistiera de su intención y esperara a la reunión que estaba prevista para el 3 de junio con el Ministerio de Industria. Ese primer desencuentro fue el inicio de una lucha que no tardó en llegar a la calle.

4. ¿Y la reacción en la calle?


La reacción en la calle fue inmediata. El 31 de mayo una marea humana cortaba la A-8 en Ribadeo. Una barricada de neumáticos ardiendo, que acabó por convertirse en un símbolo de la lucha, cortó la vía y la multitud de gente que apoyó a los trabajadores dejó la primera imagen de lo que serían los próximos meses. A Ribadeo le seguirían Xove, Viveiro —donde la convocatoria tuvo un éxito sin precedentes con miles de personas en la calle—, Foz, San Cibrao o Burela. En todas y cada una de las convocatorias la sociedad mariñana dejó claro el apoyo a una industria vital para su supervivencia. Pero no solo A Mariña fue escenario de las protestas de los trabajadores. También en junio, cortaban la autovía de Vilalba a Ferrol y se manifestaban en Lugo. Hacia la capital también hicieron varias caravanas de coches. Y es que los trabajadores siempre subrayaron el peso de la producción de aluminio en toda la provincia.

5 ¿Qué postura adoptaron las administraciones?


Tanto la Xunta como el Gobierno se posicionaron desde un primer momento a favor de los trabajadores. A pesar de sus diferencias, más marcadas al principio de la crisis, quisieron dar una imagen de unidad entre instituciones defendiendo la necesidad de la producción de aluminio en España. La primera reacción del Ministerio de Industria fue recordarle a Alcoa las ayudas recibidas en los últimos años para mantener el empleo y que debería devolverlas si había despidos. A lo largo de los meses ambas administraciones solicitaron a la empresa que negociara una venta de la planta si ella ya no la quería operar e incluso se aprobó en el Parlamento gallego y en el Congreso la intervención temporal de la planta por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) para garantizar una venta a un tercero con un plan industrial que diera viabilidad a la planta.

6. ¿Cuándo empezó a hablarse de intervención?


Los trabajadores hablaron de intervención de la Sepi desde el primer momento, sin embargo la petición parecía diluirse entre los dedos de las administraciones que seguían insistiendo en que Alcoa debería vender la planta. Pero con el paso de los días esa posibilidad se fue haciendo más pausible a medida que se agotaban los plazos y Alcoa no daba su brazo a torcer. Sin embargo, siempre fueron intentos tímidos y de palabra que nunca llegaron a efectuarse. De hecho, en este momento, la negociación de la venta la está llevando Alcoa con los potenciales compradores con la Sepi, en teoría, dando apoyo y supervisando la posible operación final.

7. ¿Cómo accedió Alcoa a la venta en un primer momento?


El periodo de consultas del despido acabó sin acuerdo y con Alcoa insistiendo en su negativa a vender la planta. Además la multinacional no compareció para firmar el acta de desacuerdo, prevista en Los Robles en Lugo, porque una vez en el lugar denunciaron que los trabajadores les habían tirado huevos y se marcharon. En aquel momento, Liberty ya tenía sobre la mesa un oferta para hacerse con todo el complejo de San Cibrao. Fi nalmente, en agosto Alcoa accede a negociar en exclusiva la venta con el grupo británico.

8. ¿Por qué no se cerró esa operación?


Alcoa fue dando algunos detalles de la negociación con Liberty y siempre manteniendo su buena fe, pero que había demandas del comprador que eran inasumibles. Poco a poco se fue viendo como las posturas se distanciaban y parecía que el principal escollo era que los británicos querían hacerse tam bién con Alúmina o, en su defecto, con derechos preferenciales sobre la refi nería. El mismo día que tras cendía la falta de acuerdo, se ha cía pública la entrada de la Sepi en el último momento para hacerse con Aluminio y pasársela después a Liberty, una operación también fallida. La falta de acuerdo le fue comunicada al comité en la loca lidad pontevedresa de Nigrán. A la vista de los acontecimientos, los trabajadores convocaron una huelga indefi nida.

9. ¿Cómo se judicializa el proceso?


Ante el fracaso de todas las negociaciones posibles, el comité de empresa presenta al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) la solicitud de medidas cautelares para paralizar temporalmente el Expediente de Regulación de Empleo (Ere). Finalmente el tribunal acepta en parte esas medidas cautelares e impide a la empresa parar las cubas. El TSXG también acogió la demanda de los sindicatos contra el Ere y en diciembre lo declaró nulo por "mala fe" de la empresa en las negociaciones. De todas formas, ambos procesos siguen aún abiertos ya que Alcoa recurrió ante el Tribunal Supremo ambas decisiones. Esta misma semana trascendió que el 14 de julio el Supremo decidirá sobre las medidas cautelares y en abril inició la instrucción del proceso del Ere.

10. ¿Cuándo muestra Alcoa su disposición a volver a explorar una venta?


El 4 de enero el presidente de la compañía en España remitía una carta a los trabajadores en la que les anunciaba la disposición de la empresa de explorar de nuevo una venta a la Sepi, pero para ello ponía como condición el fi n de la huelga. Finalmente hubo acuerdo entre los trabajadores y la empresa y en estos momentos las negociaciones están en marcha aunque no exentas de tiranteces. La principal preocupación de los trabajadores es que la Sepi medie en la negociación para que el proyecto que se haga con San Cibrao sea viable siendo como es Alcoa la que ahora mismo está negociando con los seis compradores interesados. El propio Gobierno instó a la empresa a emprender estas conversaciones.

"En los robles nos sentimos muy solos, fue un momento muy difícil"

UN AÑO de acción sindical tan intensa pasa factura, pero José Antonio Zan sigue mostrando su optimismo para dar una solución positiva a los trabajadores.

¿Qué valoración hace de este año de conflicto?

Laboralmente fue un año muy duro con la problemática del covid y trabajando en todo momento al estar declarada industria esencial. También hubo que lidiar con la incertidumbre del Ere y con las decisiones que fuimos tomando que siempre encierran un riesgo. Como presidente del comité fue satisfactorio porque aunque todo estaba en contra seguimos funcionado y siendo productivos y dentro de un año seguiremos trabajando.

¿Cuáles fueron los momentos más difíciles?

Los momentos más duros son cuando no escuchas la claridad que necesitas para tus proble-mas desde las administraciones. Un momento que recuerdo muy complicado fue en Los Robles porque veíamos que hacían con nosotros lo que querían y nos sentimos muy solos. Ahí nos demostraron que las instituciones están a años luz de los ciudadanos.

¿Les decepcionaron las administraciones?

Sabíamos cómo jugábamos y el papel que tenía cada uno, así que no te decepcionas. Pero está claro que nadie toma decisiones porque no quiere admitir las responsabilidades que ello implica y los políticos tienen que darse cuenta de que fueron elegidos por los ciudadanos y están a su servicio para tomar decisiones y adoptar responsabilidades. Tienen que evitar que la ciudadanía sufra.

¿Pensaron alguna vez en tirar la toalla en su lucha?

Rendirse nunca es una opción. Una vez que te embarcas en algo así intentas hacerlo lo mejor posible para todos. Hemos tenido momentos durísimos y difíciles de asumir y sabiendo que el peso de la comarca estaba sobre los hombros del comité, pero si nos rendíamos no habría solución.

¿Cómo ven el futuro desde este punto?

Yo bien porque siempre soy optimista, aunque tanto tiempo pasa factura. Está claro que el Gobierno tiene que poner sobre la mesa una legislación sobre el precio energético que sea válida.

Siempre se habló de Liberty, pero ahora hay más compradores.

Liberty era el único cuando se presentó el Ere y sea o no el comprador final siempre tendremos que agradecerle la valentía de ofrecernos una salida en aquel momento. Quien compre tiene que tener un plan industrial y energético que sea viable.

¿Qué respuesta esperán el domingo en Xove?

Buena, movilizarse un año es complicado y siempre ha salido bien. Intentamos dar respiros y cosas nuevas para no cansar.

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