Un alicantino de 73 años crea el Fozudoku, que se juega con la baraja española

Antonio Pomares pasa el verano en Foz, de donde es su mujer. Los sudokus y sus soluciones se pueden encontrar en su Facebook
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photo_camera Antonio Pomares, con un Fozudoku en el muro de su casa.

El confinamiento por la pandemia del coronavirus que se está viviendo en España y gran parte del mundo, y que va a cumplir un mes en pocas fechas, provoca que el aburrimiento pueda estar a la vuelta de la esquina. Para evitarlo, un alicantino que pasa los veranos en Foz, Antonio Pomares Olivares, ha ideado el Fozudoku, un sudoku que se realiza con una baraja española de 48 cartas.

Este juego consta de tres cuadrados que contienen 16 cartas cada uno. En cada cuadrado hay descubiertas seis cartas, en total 18 entre los tres cuadrados, y hay que descubrir las 30 restantes, como en el juego del sudoku, teniendo en cuenta los 24 grupos de cuatro cartas que suman lo mismo y sin que nunca se repita ningún palo. El primer cuadrado de la izquierda suma 22, el del centro 26 y el de la derecha 30.

Cada día, Antonio Pumares pone en su página de Facebook un nuevo Fozudoku y al día siguiente la solución. A día de hoy llevan ya 19 Fozudoku realizados durante esta época que estamos pasando en casa para evitar los contagios y propagar el Covid-19. También tiene este alicantino una página web destinada a este juego que es cuadradomagicodefoz.com.

La idea de este alicantino era ponerle el nombre de Sudoku español, pero desecho la idea al tener copyright. Una amiga suya japonesa le propuso que le pusiera el nombre de Foz, donde nació su mujer, Dolores Bustamente, y donde pasan los veranos. Y así fue.

Los niños de ahora no tiene la agilidad mental que teníamos los de antes

Pomares es un gran amante de los números. En la vivienda donde pasa los veranos en Foz tiene, en la fachada, un cuadrado mágico realizado con azulejos de colores. "Hay gente a la que le gustan los crucigramas o las sopas de letras y a otros nos gustan más los sudokus; yo soy más de números que de letras", dice desde su casa en Alicante.

El objetivo que busca Pomares es que los niños se acerquen a este juego para que utilicen la atención y la lógica utilizando también la aritmética."Los niños de ahora no tiene la agilidad mental que teníamos los de antes", dice Pomares. "Antes jugábamos mucho a los juegos de mesa, al parchís, a las cartas, ahora juegan a otras cosas; tú ahora le dices a un niño cuánto suman siete y ocho y tienen que pensarlo", asegura.

Este alicantino también tiene en marcha un grupo de Whatsapp, que por ahora cuenta con 36 personas, donde todos los días también pone un Fozudoku"y sus soluciones al día siguiente.

Jubilado, con 73 años, Antonio trabajó en el servicio de correos de Londres durante 35 años, aunque también realizó otra serie de oficios. El confinamiento pilló a su mujer focega en la capital británica y a él en Alicante, donde se iban a reunir en Semana Santa. Algo que no van a poder hacer debido al cierre de fronteras en España.

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