Alfonso Vicente: "No lo cambio por nada, estoy enamorado de él"

► Este can impone por su volumen, pero es muy cariñoso según su propietario, quien asegura que tiene el carácter de su raza muy marcado
Alfonso Vicente Costoya con su hijo Kiko y el mastin Kratos-JOSE M ALVEZ
photo_camera Alfonso Vicente Costoya con su hijo Kiko y el mastín Kratos. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Este mastín español Kratos, que pasea junto a su propietario Alfonso Vicente Costoya en una finca particular que les cedió una vecina para la asociación canina de Foz o por la playa cuando está permitido, tiene solo dos años y medio, pero aún no acabó de crecer en volumen. El animal lleva un arnés con el nombre y un número de teléfono por si se pierde, pero nunca se ha escapado. "Vamos mucho a la playa, le gusta mojar las patas, pero no se mete. Es muy simpático, cuando vienen las olas se asusta y les escapa, le hace mucha gracia".

Alfonso siempre tuvo perros de tamaño pequeño. Este se lo compró de cachorro a una ganadera de Pravia (Asturias) para proteger una finca que adquirió, aunque la mayor parte del tiempo lo pasó en el piso de Foz. "Con todo lo grande que es, en el piso se porta muy bien, está todo el día acostado y baja un montón de horas al prado, que está justo enfrente de casa".

Añade que es un macho dominante, pero "extremadamente sociable y muy cariñoso, salvo que perciba una amenaza. Al ser tan grande impone muchísimo. Cuando viaja, va atado en el maletero con la bandeja retirada para que asome la cabeza. Es un problema para moverlo si no quiere, pero sube y baja al coche solo".

"Buscaba un perro de guarda, esta raza es muy equilibrada para eso, a un abuelo suyo lo comió el lobo. A este lo eduqué en un ambiente familiar, ahora es un perro de compañía, aunque tiene el carácter muy marcado. No tuve ninguno como este mastín, son desobedientes, seguros de si mismos y hacen lo que les da la gana. Mi mujer no puede pasearlo porque pesa más que ella, aunque en casa es todo mimos, pero al mismo tiempo es muy guardián y protector, hoy no lo cambio por nada del mundo, estoy enamorado de él", señala Alfonso.

Este mastín suelta pelo y "hay que cepillarlo cada dos o tres días para quitarle todo el pelo muerto. Hace dos mudas al año y entonces hay que cepillarlo todos los días, llenas una bolsa de basura con lo que suelta, le caen los mechones a puñados", comenta.

Kratos está fuerte, "es una bestia, no tiene una gota de grasa, es potencia pura", indica su dueño, quien lo alimenta con un pienso de alta calidad sin conservantes y de alto valor proteico, del que ingiere un kilo al día. Al mes gasta unos 100 euros.

Características
Este perro guardián lleva el nombre de un dios de la guerra, que le puso Kiko, el hijo pequeño de su dueño, quien dice que "son como dos hermanos, corren y juegan uno detrás del otro". Este ejemplar de color canela, con calcetines blancos, pesa 70 kilos y tiene los espolones típicos de los mastines, con seis uñas y otros tantos dedos.

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