Al Ministerio de Industria no le consta ningún movimiento de Alcoa sobre la planta de San Cibrao y la multinacional, aunque alerta sobre el riesgo para la fábrica de aluminio, parece rebajar el tono sobre el cierre de la misma, una preocupación que también compartían este martes el comité de empresa y los sindicatos.
Alcoa sí considera insuficientes las medidas del Estatuto de la Industria Electrointensiva para rebajar la factura energética pero presentará alegaciones al proyecto de real decreto y espera que el Gobierno tenga margen para que el texto final aporte las soluciones que necesita la producción de aluminio primario. Por su parte, la ministra Reyes Maroto dice que el estatuto "da una seguridad a Alcoa sobre el precio de la energía", como reclamaba la multinacional y espera que el 30 de junio dicha norma aporte un marco propicio para que nuevos inversores puedan entrar en las plantas de Avilés y A Coruña.
Es claro que el Gobierno busca desactivar ambos cierres (y garantizar un marco de producción a otras 152 empresas electrointensivas) mientras Alcoa está más pendiente de la futura viabilidad de la planta de aluminio de San Cibrao, única fábrica española que produce en estos momentos el aluminio primario.
Los sindicatos, por su parte, esperan que el texto del estatuto pueda allanar el camino para que Alcoa pueda llegar a acuerdos bilaterales ventajosos con suministradores eléctricos, como ocurre en otros países y obtener las máximas compensaciones por la reducción de emisiones contaminantes. Y desean, sobre todo, que se garantice un plan de viabilidad conforme a inversiones programadas en distintos departamentos de la fábrica de San Cibrao.
