La multinacional Alcoa manifestó su disposición a aceptar una nueva redacción de la cláusula de indemnidad, es decir, de limitación de responsabilidades volviendo a la propuesta de septiembre de 2020, "que no fue rechazada por el Gobierno", subrayó.
Así lo hace en un comunicado escrito tras la reunión multilateral sobre el proceso de venta de la planta de Aluminio de San Cibrao, celebrada en la tarde de este jueves y en la que" no estuvo presente el Gobierno", manifestó.
En su misiva, la empresa avanzó también que "se debe a considerar otros compradores, Alcoa estaría dispuesta a trabajar con otros sectores interesados en la adquisición de la planta de Aluminio, siempre que sea la Sepi quien adquiera en primer lugar su titularidad para su posterior venta a un tercero". Además, se compromete a mantener al Gobierno y a la Sepi informados de los avances en este sentido.
Por su parte, desde el comité de empresa valoraron positivamente la reforma de la cláusula de indemnidad, que consideran "puede ser un desbloqueo bastante bueno y rápido de la situación". El presidente, José Antonio Zan, que compareció acompañado de sus compañeros de la CIG y UGT urgió al Gobierno a valorar esta nueva propuesta de Alcoa e insistió en que debe ser la Sepi la que compre la planta.
El comité no entra a valorar la posibilidad de que haya más de un comprador privado interesado en la fábrica, porque desconoce qué empresas o grupos podrían valorar esa operación, y recuerda que, de momento, la única oferta que conocen es la del grupo Liberty.
"Hay un comprador que apostó por nosotros hace diez meses. Pedimos respeto para este comprador, con el cual estuvimos trabajando durante tanto tiempo¿, añadió Zan.
En cualquier caso, "la SEPI debe garantizar que el nuevo comprador sea viable y factible. No queremos ni fondo buitres ni historias. Queremos un plan energético y un comprador industrial, del sector del aluminio. Queremos certezas", dijo el presidente del comité.
Por ello instó al "Gobierno a que le dé contestación a la propuesta de Alcoa" y lamentó que ambas partes "prolongaran una situación" de bloqueo durante tres meses "que lo único que hizo fue amargar a los trabajadores y a A Mariña".
