Alcoa y el debate de la posible intervención

El comité considera que la entrada del Estado de manera temporal en la factoría es la solución más viable
Una pancarta de apoyo a los trabajadores de Alcoa en una casa en Fazouro. J.M. ÁLVEZ
photo_camera Una pancarta de apoyo a los trabajadores de Alcoa en una casa en Fazouro. J.M. ÁLVEZ

La crisis industrial desatada en el complejo de Alcoa en San Cibrao tras el anuncio de la multinacional de efectuar un despido colectivo que afectará a un máximo de 534 personas en la planta de Aluminio afronta esta semana unos días decisivos. La previsión es que a partir del lunes se produzcan las últimas reuniones entre la empresa y el comité en el marco del periodo de consultas informal abierto por la dirección antes de iniciar el proceso formal.

Sin embargo, estas conversaciones no están dando mucho de sí porque, según explican los representantes de los trabajadores, la empresa está enrocada en las pérdidas que acumula la planta debido a sus problemas estructurales y descarta abordar cualquier alternativa. Por eso, en los últimos días cada vez cobra más fuerza la opción de que el Estado intervenga de manera temporal la empresa. El comité prefiere esta opción por encima del resto, pero por el momento las administraciones no se pronuncian claramente sobre cuál sería su postura si esta solución llega a concretarse como la única viable para poder salvar la planta y los puestos de trabajo.

1. ¿Es posible una intervención del Estado?
En teoría sí. Los efectos económicos de la pandemia del Covid-19 llevaron a la Unión Europea a tomar medidas extraordinarias en el plano económico y una de ellas es permitir la entrada de los estados en sus compañías, grandes y pequeñas, cotizadas o no, si se encuentran en apuros por un periodo de seis o siete años.

2. ¿Es la producción de aluminio estratégica?
El comité defiende que sí y siempre destaca que fue la primera empresa en nombrarse esencial el 30 de marzo para continuar en activo durante la crisis sanitaria. El aluminio es un material muy buscado por ser muy ligero y se usa en el sector del automóvil, de la aviación o de la alta tensión. Además desde San Cibrao los trabajadores lo ven indispensable para la transición ecológica y enérgetica.

3. Y para Europa, ¿es una industria prioritaria?
Sí. El secretario de Industria, Raül Blanco, indicó esta misma semana que la empresa electrointensiva es uno de los sectores que Europa considera prioritarios en el plan de reactivación tras la pandemia. Según los detalles dados por Blanco, el comisario de Industria europeo ha definido catorce ecosistemas industriales en Europa que los países quieren reactivar y preparar para el futuro y uno de ellos sería el de las electrointensivas, en las que se incluye la producción de aluminio.

4. ¿Cuál es la postura del Gobierno?
Oficialmente puede decirse que no hay postura, aunque esta misma semana Raül Blanco insistió en que ahora mismo es prioritario contar con un plan industrial viable para la factoría y "en el momento que lo haya se puede estudiar qué papel puede tener el sector público, qué papel puede tener el Estado y qué papel puede tener la Xunta". También recalcó el apoyo de las administraciones a la planta.

5 ¿Quiénes se muestran partidarios de esta posibilidad?
Para los trabajadores es la mejor opción, aunque no se cierran a negociar otras posibilidades. El BNG defiende una nacionalización de la planta y su diputado en el Congreso, Néstor Rego, presentó esta semana una proposición no de ley para reclamar esta medida. Desde el PSOE gallego son más laxos en la defensa de esta postura, pero el secretario general, Gonzalo Caballero, instó al Gobierno a estudiar "todas las intervenciones legales y económicamente viables". La Xunta insiste en la necesidad del estatuto electrointensivo y de la subasta de interrumpibilidad, además de las compensaciones de CO2. El conselleiro de Industria, Francisco Conde, también habló de la necesidad de un plan específico de la industria electrointensiva para acceder al reparto de los nuevos fondos europeos.

6. ¿Y la empresa?
Las declaraciones públicas de la empresa son contadas y muy medidas y no las hay con respecto a esta posibilidad, que por otra parte, tampoco es oficial. Lo que sí dejó claro desde un primer momento es que no contempla una venta de la planta porque no la considera viable en las condiciones actuales y con las pérdidas que acumula.

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