La alcaldesa de Barreiros atribuye al recorte de la Xunta la falta de socorristas

Ana Ermida recuerda que el servicio no es de prestación obligatoria por parte de los concellos y que la situación es general en toda la costa lucense

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photo_camera Vigilantes en la playa de Fontela. IRIA L. V.

La falta de socorristas en playas de Barreiros no es una carencia exclusiva del municipio, ya que afecta a toda la comarca debido a la falta de profesionales para cubrir estos puestos, y también al recorte de las subvenciones concedidas por la Xunta. La alcaldesa barreirense, la nacionalista Ana Ermida, atribuye una gran parte de la situación actual a la falta de compromiso de la Administración autonómica. "Coa cifra de socorristas que temos non se dan cuberto todas as praias, polo que tiramos da lancha de apoio, que funciona como un auténtico salvavidas", dijo.

La regidora explica que el número de vigilantes bajó desde los 22 existentes en el ayuntamiento durante la campaña del verano pasado hasta los 14 actuales -seis de estos contratados y financiados con fondos municipales y los ocho restantes sufragados a cargo de la ayuda autonómica-. "A situación non ten que ver coa dos anos anteriores, en que tiñamos máis vixiantes, pero aínda así había praias sen socorristas e con un só, como Anguieira ou San Bartolo, pero este ano quixemos que como mínimo houbese dous por areal, agás nas fins de semana, en que se reforza o servizo".

La alcaldesa reitera que la carencia "vén dada pola situación xeral de que hai poucos socorristas e tamén polo feito de que A Xunta recortou os fondos de cooperación cos que se financian". Ermida añade que además el anterior gobierno municipal "deixou sen organizar o servizo, sen contratar e a 17 de xuño pasado tivemos que afrontalo problema a tan só dez días do comezo do verán ao non quedar nada feito nin previsto. É un traballo que non se fai en 15 días nin nun mes", concreta.

La regidora barreirense asegura que su gobierno encontró el servicio sin organizar a diez días el verano e hizo lo que pudo

La mandataria barreirense considera que la deficiencia numérica tiene su origen en la Xunta, que "terá que facer o posible para que esta situación se solucione". Esto llevó al nuevo equipo municipal a tratar de llegar a un consenso con los trabajadores a la hora de establecer la vigilancia, variando la misma según las necesidades. El Concello fijó turnos de trabajo para que los socorristas puedan descansar un día a la semana, lo que supuso la supresión de horas extra y mermó las playas que disponen del servicio.

CON VIGILANTES. Esto motiva que los arenales que cuentan con socorristas sean los de Lóngara, Altar, San Pedro de Benquerencia y Coto. Esta última solo tiene atención los fines de semana, amén de ubicarse en el mismo el puesto de primeros auxilios. La vigilancia de los arenales se completa con la embarcación zódiac que se desplaza de manera constante por todo el frente costero barreirense.

La alcaldesa señala también que los bañistas que acuden a playas sin salvamento deben alertar al 112, que se encarga de advertir a los medios necesarios para activar el servicio, de cuya coordinación se ocupa el responsable del mismo, según la regidora.

Ana Ermida recuerda que el servicio de socorrismo no es de prestación obligatoria por parte de los concellos, aunque estos contribuyen en la medida de sus posibilidades para aportar mayor seguridad a los usuarios de los arenales. En todo caso, señala que las playas sin este servicio cuentan con señalización relativa a que no disponen de vigilantes.

Ana Ermida reconoce asimismo que en el municipio existen varias playas con corrientes, algo que no es una novedad y que también afecta a arenales situados en otros municipios del litoral mariñano. "Cada areal ten as súas particularidades", apunta la alcaldesa. Precisamente las corrientes fueron las causantes de las incidencias registradas el domingo pasado, jornada en que seis bañistas resultaron arrastrados por el mar. El ocurrido en la playa de Remior afectó a cuatro personas, dado que tres veraneantes intentaron ayudar a otro y también fueron llevados mar adentro, donde el personal de la zódiac pudo salvarlos. Ese arenal no dispone de vigilantes, por lo que atendieron la emergencia los de Coto. Los otros rescates fueron en Lóngara y Coto.

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