El proyecto del Gobierno Central para incluir al lobo en el catálogo de especies de especial protección choca con el mantenimiento de la ganadería extensiva en zonas como la Serra do Xistral, motivo por el que los alcaldes de los municipios que conforman este entorno natural piden un aplazamiento en la toma de decisiones relativas al lobo ibérico y la apertura de un diálogo con los sectores afectados, ya que consideran "que no es efectiva, justa ni apropiada" la publicación de una norma genérica que deje de lado particularidades como las que se dan en esta zona de la provincia.
Una petición a la que suman la realización de estudios técnicos para lograr el equilibrio natural de ecosistemas como el que existe en O Xistral, pues "entendemos que el lobo es solo un habitante más de su entorno. No es el único problema ni la única solución".
Los regidores municipales de Abadín, Alfoz, Cervo, Muras, Ourol, O Valadouro, Viveiro, Xermade y Xove recuerdan la particularidad de una zona "que es un ente único, donde están localizadas el noventa por ciento de las turberas de cobertura de toda Europa" cuya conservación, afirman, depende en buena medida de la ganadería extensiva, sobre todo de los caballos que viven en la zona en régimen de semilibertad y que ayudan a mantener limpios los montes practicando un desbroce natural.
Una forma de vida tradicional que ven ahora peligrar por la decisión de muchos ganaderos de abandonar debido al incremento de los ataques de los lobos al ganado, que han aumentado considerablemente y que temen que vayan a más con la protección del depredador. Como ejemplo, aseveran que de los 237 avisos de ataques en 2013 se pasó el pasado año al millar "por exceso poblacional del lobo". "Un desequilibro", dicen, que aboca "a la actividad ganadera al abandono".
Por ello, piden que dicha actividad sea reconocida como "económica y patrimonial a proteger", para lo que proponen la dotación de los recursos para frenar su declive y propiciar su recuperación en las próximas décadas.
