El alcalde de Foz, Javier Castiñeira, espera poder contratar las obras de la nueva depuradora este año o, como muy tarde, en 2019.
Así lo expresó este martes el regidor después de la visita de un grupo de técnicos del organismo autonómico Augas de Galicia y de la empresa Inor Ingenieros a las instalaciones de la actual Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) para recabar datos necesarios para la elaboración del anteproyecto de las nuevas instalaciones. "Foi unha primeira toma de contacto para facer unha análise tanto das instalacións existentes como da propia xeografía por onde van as redes de sumidoiros e por onde deben ser as conexións e os pozos de bombeo, que tanto en Llas como en Peizás teñen a súa propia problemática que hai que tratar de resolver neste anteproxecto", explicó Castiñeira.
Este documento, que tiene un periodo de ejecución de cuatro meses, será la base con la que trabajará la corporación para aprobarlo definitivamente y empezar con el proyecto definitivo de la obra. "Esta primeira toma de contacto dos técnicos foi positiva", dijo el alcalde, "antes de redactar ningún documento queren analizar como está a situación e a partir de aí empezar xa a traballar coa comisión de seguemento da depuradora para ter datos e dar información".
Castiñeira espera que el documento que presenten los técnicos sea "fidedigno" para que permita a la corporación seguir avanzando en un tema que lleva abierto varios años y tomar la mejor decisión posible. Las previsiones que maneja el gobierno local es que en este primer semestre del año puedan estar listos tanto el anteproyecto como el estudio de impacto ambiental. "Este 2018 será un ano importante para este proxecto e temos a confianza de que neste exercicio a corporación decidirá e a partir de aí quedará todo nas mans da Xunta", dijo el alcalde.
SITUACIÓN. En este sentido, los presupuestos de la Xunta para este año contemplan una partida de 500.000 euros, de los ocho millones que invertirá en la ejecución total del proyecto. Según la documentación que aparece en estas cuentas autonómicas, la Xunta prevé tenerla terminada en 2020, una periodo de tiempo que coincidiría con los plazos de tiempo que maneja la administración local para poder concluir las instalaciones.
Todo este proyecto de la depuradora está pensado para instalar la infraestructura en la zona de A Granda, entre Fazouro y Forxán. Este emplazamiento fue aprobado en pleno con los votos del equipo de gobierno y de Foz, Plataforma de Futuro (FPF). De hecho, los vecinos de Forxán solicitaron mejoras en el barrio a cambio de albergar la depuradora, una parte de las cuales, como una senda peatonal, ya fueron ejecutadas. Sin embargo, hay un grupo de vecinos que integran la asociación San Gonzalo que muestran su rechazo a este proyecto.
De momento, todos los pasos van dirigidos a esta ubicación de A Granda, aunque desde FPF ya advirtieron en su momento de que el hecho de apoyar esta ubicación y desbloquear así la situación no le asegura al gobierno su apoyo para todo el proyecto, por lo que todos los pasos se irán resolviendo en la corporación.
En lo que todos los grupos están de acuerdo es en la necesidad de sacar del puerto la depuradora porque es una ubicación que genera numerosos problemas, tanto medioambientales como de malos olores y molestias para los vecinos. Por eso, el alcalde califica de "boa noticia" que se siga avanzando en la tramitación administrativa del proyecto, "porque é un tema moi importante para Foz".
El tubo del emisario de Viveiro sigue roto y sin que la Consellería de Medio Ambiente le preste atención, pese a que la Xunta es conocedora de la situación, porque los técnicos se lo comunicaron a los responsables autonómicos ya antes de que estos presentasen en el consistorio vivariense el proyecto para mejorar la estación depuradora (Edar), construir un nuevo emisario y otro bombeo, así como un tanque de tormentas, según reconocieron entonces.La canalización lleva meses en esa situación sin que se haya tomado medida alguna para evitar los posibles riesgos que entraña, puesto que al estar entre aguas las embarcaciones menores que acceden al muelle pesquero de Celeiro para atracar podrían resultar seriamente dañadas si se golpean contra el tubo.
La canalización sale a flote de manera periódica casi todos los días, en función de las corrientes marinas. Es posible verlo desde el final del espigón del muelle sur de Celeiro, en cuyas inmediaciones sale a la superficie, pero su peligrosidad resulta impredecible, sobre todo cuando la costa lucense se ve afectada por temporales con mar de fondo, dado que el oleaje puede desplazar los distintos elementos que estén a flote e incluso provocar una rotura mayor.
La situación llama la atención de los vecinos que se aproximan hasta el muelle, pero también de los pescadores e conviven a diario con el tubo, que debido a su rotura vierte al mar todos los residuos que salen de la depuradora.
El proyecto para mejorar la Edar, crear un nuevo emisario y otro bombeo, que según el acuerdo mencionado tiene un presupuesto de tres millones de euros, marcha con retraso y se desconoce cuándo podrían empezar las obras, aunque ahora Augas de Galicia ya dispone de los permisos necesarios.
En relación a este proyecto, Llano avanzaba hace unas semanas que el equipo de gobierno trabaja con la previsión de que pueda licitarse este mismo año. Por el momento ya está hecho el levantamiento topográfico del solar en el que se ubicará, al lado del vial de acceso al puerto, enfrente de las instalaciones del club náutico. Esta es la ubicación que desde siempre defendió el equipo de gobierno y hace días que se empezó con la limpieza del solar.
DATOS. Según los últimos datos que trascendieron al respecto, la depuradora estará planificada para 14.000 habitantes y contará con un diseño moderno y menos contaminante, que además permita ahorrar en el mantenimiento de las instalaciones.
La depuradora es una de las principales necesidades de Burela, puesto que la actual genera continuos problemas. Uno de ellos son los desbordamientos en la zona del puerto siempre que llueve. Esta necesidad, acuciante desde hace años, provoca que se vayan dando plazos para la ejecución del proyecto que, finalmente no se cumplen. En este caso, una de las primera previsiones apuntaban a que estaría lista en este año, algo que ya está totalmente descartado.
La Xunta destina 250.000 euros en esta anualidad al proyecto.
