
La victoria socialista en Burela, con una diferencia de siete votos con respecto al PP lo que provoca un empate a número de concejales, obliga a un acuerdo entre el PSOE y el BNG que todo parece indicar que ya está en marcha. "Os veciños de Burela pronunciáronse por un goberno progresista para Burela", decía tras conocerse los resultados la candidata socialista, Carmela López, "temos a responsabilidade de estar á altura deste mandato e chegar a un acordo por Burela e vou traballar desde mañá mesmo para facelo posible".
"Aseguro que dedicarei todo o meu tempo, toda a miña experiencia e todos os meus coñecementos a gobernar Burela para todos. Estarei á altura da enorme responsabilidade que puxeron nas miñas mans e nas do meu equipo", afirmó y avanzó que se siente preparada para gobernar y que su compromiso es "mellorar Burela e facer deste municipio unha referencia de boas políticas municipais e de bo trato aos veciños". Y agradeció la participación en las elecciones a todos los vecinos, "en especial" a los que apoyaron su candidatura.
Los populares lograron un concejal más apostando por dar continuidad al trabajo realizado durante el último mandato por Manuel Rouco y los nacionalistas volvieron a los ediles que tenían en 2015.
La nueva corporación contará además con una nueva fuerza política, Son Burela, que con 281 votos irrumpe en la corporación con un concejal, el cabeza de lista, Alberto Eiroá.