El coche de su vida

El ágil Seat 127 cumple 50 años y todavía enamora

El celeirense José Pastor Fernández Insua restauró y estrenó utilitario en el rallye de regularidad histórica de Ourol y valora la ligereza y buena conducción de este histórico de las carreteras españolas
José Pastor Fernández y su pareja Alba Domínguez, junto al vehículo. EP
photo_camera José Pastor Fernández y su pareja Alba Domínguez, junto al vehículo. EP

Pocas carrocerías en amarillo han resistido tan bien el paso del tiempo y son tan identificables en un modelo como este 127 de la carta original de colores de Seat . Me dirán que como el amarillo del Lambo non hay otro pero si hablamos de coches populares que han sobrevivido a las duras carreteras españolas como retro, clásico o, como se dice ahora, vintage, el Seat 127 es un icono. Cumple este 2022 los 50 años tras dejar huella en varias generaciones pues cuenta con una legión de coleccionistas e incluso uno de los grupos de aficionados a los coches históricos más multicolor en Galicia tiene precisamente como protagonista este ligero y mítico utilitario. Hace poco un grupo se reunió en Ourense y en A Mariña el restaurado por José Pastor Fernández Insua participó por primera vez en un rallye de regularidad de Ourol, tras participar en Viveiro como copiloto de alguna prueba.

"Fíxome moita ilusión, despois de toda a restauración, puiden estrealo, acadando o posto 18 na xeral y o 11 na miña categoría, polo que estou moi contento e felicito á organización do Club de Clásicos Viveiro", dice Pastor, que trabaja al volante de un camión en una empresa auxiliar de Alcoa y ya había demostrado buenas manos con el remo en el club de Celeiro. La automoción también le tira y la comparte con su esposa, Alba Domínguez Ramil, que pronto dará a luz a una niña. El renacimiento del Seat 127 ha sido uno de esos proyectos para los ratos libres en tiempos de pandemia. Pastor es el tercer propietario y esta unidad es un serie 2 entregado en 1979. Lo preparó, desmontándolo y pintándolo él mismo, tras comprárselo a un compañero.

Al principio buscaba un 127 de la primera serie pero antes de la pandemia estaban muy cotizados, entre 3.000 y 4.000 euros sin restaurar. "Coa axuda de meu sogro Jesús e meu cuñado Miguel, acondicionamos en Bravos o sitio onde antes se gardaba o carro e o tractor, e alí montamos o garaxe para traballar nel. Cunha máquina de soldar que me deixou Javi Rodríguez, de Xove, repareille a base das copelas, taloneiras a pasos de rodas de atrás que estaban deteriorados e o resto da mecánica repasouse toda".

En las ruedas ha preferido llantas distintas a las originales pero el aspecto general es auténtico y responde a todos los recuerdos que su padre  y otros propietarios le contaron de un coche muy popular (Seat fabricó entre 1972 y 1985 más de 1,4 millones con licencia del Fiat 127) y ágil que casi siempre terminaba en los desguaces.

Durante diez años Pastor se movió en un Opel Astra GTC que cambió en 2017 por un BMW Serie3 pero este 127 hobby car hace volver las miradas y en su día fue bastante novedoso por su diseño compacto y divertido, con unas medidas muy contenidas pero bien aprovechadas para alojar a 5 pasajeros. Además, era fiable y sencillo de conducir "cunha sensación de lixeireza moi distinta á dos coches de hoxe e que demostra que antes tamén había xente que disfrutaba moito ao volante".

El motor delantero transversal supuso un cambio radical respecto a los traseras 600 y 850 o el más pesado 124. El diseño italiano sirvió de base para versiones de 2 a 5 puertas y un maletero decente. En Barcelona lo modernizaron con más plásticos y potencia, especialmente en el 127 Fura Crono, al que llegaron a montarle el motor de 75CV del Seat 1430. 

Los faros cuadrados y su presencia en la cultura popular trasciende hasta nuestros días pues era un habitual en películas y series de los 70 y 80 sobre el Vaquilla o Pepe Carvalho y en programas como La segunda oportunidad de Paco Costas pero aún recientemente ha transitado por La casa de papel, Cuéntame o Fariña. Un incombustible.

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