Afronta cinco años de cárcel por atacar y coaccionar a su ex en Viveiro

El hombre acusado de violencia de género está ya en prisión. La Fiscalía dice que lesionó a la mujer y que obvió el alejamiento

Un hombre, que se encuentra privado de libertad desde el pasado 10 de noviembre por quebrantar medidas cautelares y por presuntos delitos de lesiones y coacciones relacionados con la violencia de género ocurridos en Viveiro, afrontará este jueves, en el juzgado de lo Penal Número 1 de Lugo, una vista sobre estas acusaciones. La Fiscalía le reclama cinco años de prisión y que indemnice a su expareja, con 1.200 euros.

También exige la Fiscalía reducir la distancia a la que debe permanecer de su expareja. Estaba fijada en 100 metros desde agosto de 2018 por orden judicial -mandato que él habría incumplido en varias ocasiones- y ahora solicitan que no se acerque a menos de 500 metros de ella.

El acusado afronta un total de cinco delitos: uno continuado de quebrantamiento de medida cautelar, por el que debería cumplir un año de cárcel, según la Fiscalía. Otro delito de coacción en el ámbito de la violencia de género, por el que le exige otro año de prisión, así como un distanciamiento de 500 metros y tres años de privación del derecho de tenencia y porte de armas. Pero está acusado además de otros tres supuestos delitos de lesiones hacia su expareja. Por cada uno de ellos, la fiscal pide que cumpla un año de presidio; además de otros tres sin armas y rubricar las medidas de distancia respecto de la víctima.

Además, debería indemnizarla con 1.200 euros por las lesiones sufridas y con 300 por las secuelas.

La Fiscalía insiste en que el acusado se puso en contacto con la víctima en varias ocasiones, tanto directamente, como por terceras personas, obviando el alejamiento. Quería saber si ella le había denunciado. Para ello se presentó en la casa de la hermana de ella. En otra ocasión, la abordó, el pasado 26 de octubre, cuando estaba en una fiesta, llegando él a romper el cristal de un coche en el que ella iba a marcharse.

El ministerio fiscal recoge lesiones como una en la que le acusa de apretarle las mejillas con los dedos u otra que ocurrió en la casa de ella, cuando tras una discusión, la víctima trató de esconderse en el baño, pero le trabó la mano con la puerta. Otra vez la abordó en una avenida de Viveiro, cogiéndola del brazo hasta que fue socorrida.

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