Lo acusan de mandar mensajes sexuales a una menor y alega que pudo ser su hija de 8 años

"Yo no me doy cuenta de enviarlos, pero mi niña cogía el móvil para hablar con ella", dice. La fiscal mantiene que ella no pudo escribir esas expresiones

WhatsApp. EP
photo_camera WhatsApp. EP

Un vecino de A Mariña acusado de enviar mensajes de contenido sexual a una menor negó este jueves los hechos en el juicio e insinuó que pudo haberlos enviado su hija, que en aquel momento tenía 8 años, según él mismo comentó. "Yo no me doy cuenta de haberle enviado esos mensajes. Pero mi hija era su amiga y a veces utilizaba mi móvil para hablar con ella. O eso, o yo se los quería enviar a otra persona y me equivoqué. Desde luego", declaró, "yo nunca quise enviarle esos mensajes a una menor".

La Fiscalía, sin embargo, mantiene que el acusado envió los mensajes de forma consciente a la menor, que en aquel momento tenía 15 años. Según argumentó, los días 17 y 18 de octubre de 2015, el hombre le envió varios mensajes de WhatsApp a la niña -a la que conocía porque eran vecinos del mismo inmueble-, todos ellos "de carácter sexual".

La acusación explicó que los mensajes contenían expresiones como: "¡Qué buena estás!", "Ya me gustaría pillarte en la ducha" o "si tuviéramos un desliz tú y yo no se iba a enterar nadie", entre otras frases de contenido aún más explícito. La fiscal alegó que la hija del acusado, de 8 años, no pudo escribir este tipo de expresiones, por lo que considera probado que lo hizo el hombre.

DETRÁS DE UN BIOMBO. La niña -que actualmente ya es mayor de edad, pero este jueves declaró tras un biombo para no ver al acusado- confirmó en el juicio que recibió los mensajes desde el móvil del acusado, que también la paraba a menudo por la calle para decirle piropos, la invitaba a tomar algo cuando estaba con sus amigas y, en una ocasión, llegó incluso a cogerla en el colo. "Me puse muy nerviosa cuando vi los mensajes, pero no sabía qué hacer. Me daba vergüenza contarlo. Pero empecé a tener miedo, no quería salir de casa y al final se lo conté a mi hermano, que se lo dijo a mi madre", explicó.

La progenitora contó que veía a su hija "un poco rara", pero no se imaginó lo que estaba pasando. "Cuando me lo contó mi hijo le pedí el móvil a la niña. Al principio no me lo quería dar, pero lo cogí y vi los mensajes, así que fue inmediatamente a la Guardia Civil a denunciarlo". Según explicó la mujer, vivían de alquiler en un piso de la familia del acusado y a raíz de la denuncia los echaron.

El acusado, sin embargo, asegura que les pidieron que se fueran antes de que acudieran a la Guardia Civil, ya que no pagaban el alquiler. El hombre achaca incluso las acusaciones a estas rencillas e insiste en que tardaron un año en denunciarlo desde que supuestamente llegaron los mensajes.

El ministerio fiscal acusa al hombre de abuso sexual y pide para él año y medio de cárcel, así como dos años de alejamiento de la víctima. Solicita también que no pueda trabajar con niños durante 5 años.

Comentarios