Los acusados de recibir un paquete de droga en Burela dicen que no era suyo

Uno de los procesados afirma que el otro le pidió que le recogiera un envío procedente de Brasil y que le acabó confesando que era cocaína. El otro lo niega y asegura que no sabe nada del asunto

Ninguno de los dos asumió los hechos, sino todo lo contrario. Los acusados de recibir en Burela un paquete con más de 170 gramos de cocaína, procedente de Brasil, declararon este martes en el juicio que no eran los destinatarios del envío, aunque ofrecieron versiones totalmente diferentes de lo sucedido.

Hugo F.C.—que se enfrenta a una condena de seis años de cárcel— explicó que el otro acusado le preguntó si podía dar la dirección de su domicilio para recibir un paquete, ya que no podía dar la suya porque había tenido problemas para pagar el alquiler del piso y le acababan de comunicar que lo iban a desahuciar. "Éramos amigos y le dije que no había ningún problema", explicó.

Tal y como declaró, cuando llegó el aviso del paquete a su vivienda lo tiró a la basura. "Llegaba a nombre de una persona que no conocía y pensé que era un error", dijo. Cuando su amigo le preguntó por el paquete, lo acompañó a Correos a recogerlo. "Como yo había trabajado en la oficina, entré y miré si había llegado. Mi amigo se quedó fuera y al salir estaba allí la Policía y me identificó. Cuando se fueron los agentes me pareció todo muy raro y entonces le pedía a mi amigo que me dijera la verdad. Él me confesó que el paquete contenía cocaína y que la droga era para otra persona, pero que lo estaban amenazando y presionando. Nos conocíamos desde la infancia y decidí ayudarlo", dijo.

El fiscal pide seis años de prisión para el acusado que culpó a su amigo y cinco para el que asegura que no sabía nada del paquete

Su amigo, Adrian M.V., negó esta versión y aseguró que no sabía nada del paquete. "Nunca le pedí que recibiera un envío en su casa ni lo acompañé a Correos. Yo no sé nada de este asunto", dijo. Para este acusado, el ministerio público pide cinco años de prisión.

Según explicó el ministerio fiscal, el paquete —que contenía la droga oculta en cuadros de vidrio— iba destinado a un vecino de Burela, "aunque los agentes pudieron comprobar que, en realidad, el destinatario era Hugo. F.C., que pretendía aprovecharse de la confianza que despertaba en la oficina de Correos de Burela, donde trabajaba su madre y su padrastro, para recoger el paquete".

Los hechos, según el relato de la acusación, ocurrieron en 2013, cuando fue detectado por parte en Aduanas de Barajas un paquete sospechoso de contener cocaína. Aunque el juzgado autorizó la entrega controlada del paquete y esta se intentó hasta en tres ocasiones, el acusado, al percatarse de la presencia policial, no llegó a recogerlo.

Finalmente, el paquete se abrió por orden judicial y se analizó su contenido, que era de algo más de 170 gramos de cocaína, que podrían alcanzar en el mercado ilícito un valor de 21.500 euros.

Según el fiscal, los dos acusados esperaban "la llegada de la droga para su distribución a terceros", por lo que los considera responsables de un delito de tráfico de drogas. Además de la pena de prisión, solicita para los acusados sendas multas de 42.151 euros.

NULIDAD. Antes de comenzar el juicio, las defensas solicitaron la nulidad de procedimiento alegando que el auto que autorizó las escuchas no estaba suficientemente motivado y que, además, la apertura del paquete postal no se hizo con todas las garantías. El tribunal resolverá sobre la nulidad en la sentencia.