LUGO. El juicio en la Audiencia de Lugo contra tres personas acusadas de defraudación a una inmobiliaria por el impago de unos pagarés –en un caso que empezó con la compra de un piso para crear un geriátrico en Viveiro- terminó con conformidad de las partes y con penas muy inferiores a las que solicitaba la fiscalía. Se enfrentaban a cuatro años de prisión pero aceptaron penas de cuatro meses a sustituir por multas de unos 720 euros en el caso de las dos mujeres, M.A.A.C. y N.C.I, y 480 euros en el del hombre, R.Y.G..
A los acusados se les reconocieron las atenuantes de dilaciones indebidas y de reparación del daño, al haber indemnizado a la inmobiliaria, por lo que se retiró la petición de responsabilidad civil, que ascendía a 180.000 euros.
Las mujeres habían sido condenadas en 2006 por el juzgado de Viveiro a pagar 195.208,75 euros al Centro Inmobiliario P.A. por adeudarle el precio pactado por un piso en Verxeles en el que las acusadas instalaron un geriátrico, ya cerrado. La demandante pidió que se cumpliera la sentencia y se ordenó el embargo de un piso en Oviedo que había puesto como aval una de las acusadas, pero que resultó no ser de su propiedad, por lo que la inmobiliaria interpuso una querella en el juzgado.
Más tarde entregaron al abogado de la inmobiliaria dos pagarés de 90.000 euros cada uno librados por el también acusado R.Y.G. contra la cuenta bancaria de una sociedad y que obedecían a la compraventa ficticia de una propiedad en Covas. Los pagarés resultaron impagados a su vencimiento.
