Un desprendimiento obligó este sábado a acordonar una zona situada entre las playas de Lóngara y la de Corveiras.
Aunque había algún bañista en el lugar cuando se cayeron las rocas y se vieron sorprendidos, no hubo que lamentar ningún herido, según aclaran desde el Concello.
Desde comienzos de verano, ya se habían colocado carteles en las playas de Barreiros para avisar del riesgo de desprendimientos.