Un accidente deja tres muertos entre A Pontenova y San Tirso de Abres

Las primeras informaciones apuntan que dos de las víctimas serían vecinos de Vegadeo, mientras que se confirma que el tercero es un vecino de A Pontenova que respondía a las inciales A.P.

Accidente San Tirso
photo_camera La zona del accidente mortal registrado en San Tirso. PV

Tres jóvenes compañeros en Talleres Julio, de San Tirso de Abres, acabaron de comer y se les hizo un poco tarde para volver a su trabajo. Tal vez por eso quizás iban más rápido de lo que aconsejaba una Nacional 640 bastante húmeda y resbaladiza y una curva peligrosa a escasos cien metros del refugio de pescadores de Xesteira, dueño de un puente colgante que llama la atención a quien circula por la Nacional 640 camino de A Pontenova. Eran las cuatro y diez de la tarde y su coche no consiguió tomar la curva. Se empotró de frente y con gran violencia contra un camión de reparto que circulaba en sentido Ribadeo.

El resultado es desolador. Los tres resultaron fallecidos. Son el vecino de A Pontenova Andrés Pardo Barcia, de 30 años de edad, Nicolás Andrés Carbonell Vaz, de 35 años y que residía en la pequeña localidad vegadense de Piantón. El tercero es el más joven de todos, Carlos Murias González, de solo 23 años y residente en Vegadeo. Testigos mudos del brutal impacto bestial fueron los propios restos de su vehículo. Alguno de ellos llegó a unos 100 metros del lugar de la colisión.

Sin moverse de allí permaneció toda la tarde el camión contra el que se empotraron, de una firma de transportes la localidad pontenovesa de Vilameá, donde viajaba un matrimonio que resultó ileso pero que vio venir el coche con tanta certeza que tuvieron tiempo de prepararse para un impacto cierto. Después tuvieron problemas para mantenerse equilibrados durante las horas posteriores a un siniestro que no pudieron evitar.

Tras la colisión se trasladaron al lugar multitud de cuerpos de muy distinto tipo e incluso de distintas comunidades, ya que en esa zona Asturias y Galicia intercalan fronteras cada pocos kilómetros. Concretamente allí, es Asturias, por eso la coordinación corrió a cargo del Centro de Coordinación de Emergencias de Asturias y acudieron dos patrullas de la Guardia Civil de Tráfico de Luarca y otra de Vegadeo. También se movilizó una patrulla del Subsector de Tráfico de Lugo en un primero momento. Inmediatamente salieron los bomberos de Barres y se avisó a los de Barreiros, aunque su concurso no fue necesario.

El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias envió un helicóptero, como hicieron desde Galicia, aunque tampoco intervinieron porque el personal de la ambulancia medicalizada que atendió al joven que todavía vivía cuando llegaron no pudo hacer nada por salvarle la vida y falleció allí mismo. Acudió el GES y Protección Civil de A Pontenova y Conservación de Carreteras.

TRAGEDIAS PERSONALES. La dimensión de la tragedia tiene innumerables variables. El pontenovés Andrés Pardo acababa de ser padre muy recientemente. Se trata de una persona que no solo trabajaba en un taller sino que vivía a fondo el mundo del motor. De hecho estaba muy implicado en el club Os Fozamontes de A Pontenova, donde realizan diversas actividades vinculadas al mundo de los vehículos todoterreno.

El chico más joven, Carlos Murias, tenía solo 23 años pero todos le califican como "un chaval muy sensato, con la cabeza encima de los hombros". Tiene un hermano más pequeño y su familia es bien conocida en Vegadeo. Allí jugó al fútbol en las categorías inferiores aunque finalmente lo había dejado porque el trabajo no le permitía continuar con algo que, a decir de quienes lo conocían, se le daba realmente bien.

A Nicolás Andrés Carbonell Vaz le conocían por un mote que no dejaba lugar a dudas sobre su origen: El Uruguayo, algo que a él no le molestaba porque se mostraba orgulloso de ello. Se había encuadrado perfectamente en Piantón y estaba afianzado en su puesto de trabajo en San Tirso.

Precisamente allí, en Talleres Julio, la tarde fue de lo peor. Nadie entraba ni salía de la nave de dimensiones considerables en As Veigas, porque son dueños de una excelente reputación en la reparación sobre todo de chapa y pintura de automóviles, lo que hizo que fuesen adquiriendo más personal. Por eso el zarpazo de este viernes fue descomunal, con tres de sus trabajadores muertos trágicamente.

Durante gran parte de la tarde solo se supo que los fallecidos trabajaban allí y el baile de nombres propiciado por la confusión puso nerviosa a mucha gente. Aclaradas las cosas, el alcalde de Vegadeo con el apoyo del resto de los grupos acordó decretar tres días de luto por el fallecimiento de sus dos vecinos.

El suceso produjo retenciones considerables y mucha gente se buscó carreteras alternativas
Lugar donde se produjo el accidente. PABLO VILLAPOLLa carretera Nacional 640 solo estuvo cortada totalmente durante los primeros momentos del accidente, mientras la urgencia en la atención a lo que sucedía era mayor. Cuando los agentes de Tráfico organizaron un poco lo sucedido una de las primeras cosas que hicieron fue habilitar un carril para que los vehículos pudiesen continuar circulando.

Ello no consiguió evitar que se formasen unas colas enormes en las que los conductores estaban desconcertados al no saber qué sucedía.

Esto provocó que muchos optasen por salirse de las largas filas de vehículos y dar la vuelta para buscar rutas alternativas con las que salvar el lugar del accidente.

Una de las más socorridas fue ir a la localidad trabadense de Vilarbetote para desde allí dirigirse hacia Trabadela y luego a San Tirso de Abres, alcanzando el polígono industrial y salir a la Nacional 640 ya rumbo a A Pontenova.

​Muchos hicieron ese recorrido en sentido contrario para ir hacia Vegadeo o Ribadeo. Eso causó problemas porque es un vial muy estrecho y, en algunas zonas, dos vehículos caben con dificultad.

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