La Xunta premia la excelencia de dos alumnos de FP de Monforte y Castro

Iria García, de Lugo, cursó hostelería y turismo en el IES Río Cabe y Miguel Canto, de A Pastoriza, gestión forestal en el IES da Terra Chá
La viguesa Iria García, vecina de Lugo, y el pastoricense Miguel Canto. EP
photo_camera La viguesa Iria García, vecina de Lugo, y el pastoricense Miguel Canto. EP

La Xunta acaba de reconocer la excelencia académica a una veintena de alumnos titulados en Formación Profesional con los premios extraordinarios de grado superior, entre los que figuran dos estudiantes de Lugo: Iria García Golmar, que cursó el Ciclo Superior de Guía, Información e Asistencia Turística en el IES Río Cabe de Monforte, y Miguel Canto Lastra, formado como Técnico Superior en Xestión Forestal e do Medio Natural en el IES da Terra Chá José Trapero Pardo de Castro de Ribeiras de Lea.

El de Iria García es el ejemplo de que nunca es tarde para encontrar la vocación. En su caso apareció a los 38 años y tras probar suerte en diferentes trabajos, sectores y empresas. "Encántame traballar no turismo, porque axudas á xente a que estea ben nas súas vacacións", indica esta viguesa afincada en Lugo desde hace 20 años.

Hace varios veranos se desempeñó como guía acompañante y decidió ir más allá para obtener una titulación. Entonces vio que en el instituto monfortino había plazas en el ciclo superior y se decidió. "Estou moi contenta e contaba con boas puntuacións, aínda que non vou dicir que foi fácil", señala.

Iria relata que en Monforte se sintió como en casa gracias a "unha titora, Sol, que se desvive polos alumnos", y aprendió­ mucho tanto de sus profesores como del resto de alumnos, todos ellos "moi diferentes". Ahora celebra sus notas y la excelencia académica desde su puesto en el punto de información turística del Concello de Lugo en la Praza Maior.

Su siguiente objetivo es acceder a una habilitación como guía oficial de turismo de Galicia. Iria García quiere seguir estudiando idiomas y complementar un currículum cargado de pasión por un sector en auge al que ella sin duda ha llegado para quedarse.

"Valeu para algo estudar, tantas horas detrás da cociña...", valoraba Miguel Canto aún procesando la noticia de su meritorio reconocimiento. "Entereime hai media hora, cando mirei", confesaba ayer por la tarde, mientras echaba la vista atrás para recordar unos estudios que finalizaba en 2020 y en los que asegura que aprendió "todo o que quería saber; o ciclo está moi ben, os profesores son de dez e foi moi divertido, pena que non durase máis tempo". Y eso que tuvo que sustituir las tradicionales prácticas por "presentar un traballo" a causa de la pandemia.

Miguel alude a la dificultad de distinguir todas la plantas o lo curioso que le resultaron los aparatos topográficos, además de la "paciencia" que se necesita para "valorar unha árbore" cuando repasa un ciclo en el que se matriculó por consejo de un profesor del IES Pedregal de Irimia, Mario Outeiro, que además se convirtió en su compañero de clase.

"Basicamente era algo que me gustaba, chamábame a atención o tema da madeira, o que me gusta é traballar no monte", dice un joven de 21 años a quien le gustaría dedicarse a realizar mediciones de madera o convertirse en agente forestal o medioambiental. De hecho, aunque ahora prefiere trabajar "algo máis", —está en un taller de empleo como peón forestal y pasó por la brigada de incendios de Castro de Rei—, no le cierra la puerta a prepararse para serlo.

Puesta en valor

"O obxectivo destes galardóns é poñer en valor o traballo do alumnado que cursa estas ensinanzas con resultados excelentes", dicen desde la Xunta, precisando que para optar al premio, entre otros requisitos, la calificación final debía ser al menos de 8,5 puntos. Además de los lucenses, fueron distinguidos diez alumnos de A Coruña, cinco de Pontevedra y dos de Ourense.

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