Xotramu inaugurará el Museo das Zocas de Muimenta en primavera

El espacio expositivo, que se habilita en el pórtico de la Igrexa Vella, busca rendir homenaje a uno de los oficios con más tradición en la zona, ya que "en cada casa había un zoqueiro"

José Morán y Paco García, con algunas de las piezas del futuro Museo das Zocas. CRISTINA PÉREZ
photo_camera José Morán y Paco García, con algunas de las piezas del futuro Museo das Zocas. CRISTINA PÉREZ

La asociación Xotramu de Muimenta está a las puertas de ver cumplido un nuevo objetivo, la transformación del pórtico de la rehabilitada Igrexa Vella de Muimenta en un espacio expositivo en el que se le rinda homenaje y se recuerde a uno de los oficios con más tradición en la zona, el de zoqueiro.

Si se cumplen los plazos previstos, el Museo das Zocas abrirá sus puertas esta primavera, albergando una exposición de distintos modelos del tradicional calzado de madera que le da nombre, así como de las herramientas imprescindibles para su fabricación. No faltará tampoco un antiguo carro cargado de madera de abedul, recordando así la madera más utilizada como materia prima y el sistema de transporte de una época en la que "coches non había".

"Queremos identificar cada cousa polo seu nome, e non está a ser unha tarefa doada, porque moitas das ferramentas coñecíanse por un nome distinto segundo a zona, como por exemplo a "llerga" (legra), a que aquí lle chaman alegre, ou o burro de escavar, que sería ripeiro ou picadeiro", explican desde Xotramu, que han contado con la inestimable ayuda de varios vecinos, expertos en la materia y caras más que conocidas para todo aquel que alguna vez haya ido a la Moexmu.

Las mentes y las manos de Germán Anllo, Francisco Morán, José Morán y Paco García- el más joven de todos, con 75 años-son las perpetuadoras de una larga tradición que llegó a sumar "uns 50 zoqueiros en Muimenta", "chegou a haber polo menos un en cada casa", recuerdan José Morán y Paco García.

Ambos echan la vista atrás y aseguran que la observación, la práctica y los consejos de sus padres les convirtieron en parte de una comunidad en la "había de todo, uns mellores ca outros", dicen riendo. Algunos zoqueiros solo fabricaban para uso particular, pero muchos las vendían. "Os que tiñan tempo ían a Meira ou a Cospeito, na casa tamén se vendían ou íase polas casas facéndoas", recuerda Paco, mientras José habla de reunir «un saco delas para ir a feira». Y se hacían casi en cadena: "Daquela, catro pares no día era a media", cuentan.

Tampoco eran todas iguales, ya que algunas, más toscas, se fabricaban específicamente para trabajar y otras "para saír". "Para ir á misa facíanse zocas moi feitiñas, con pouca madeira", explican, precisando que lo normal era que las llevasen los adultos, aunque "para os nenos tamén se facían, pero menos".

"Non había zapatos máis guapos que as zocas", aseguran estos veteranos zoqueiros, encantados con la idea del futuro museo, un proyecto que prosperó para darle uso al pórtico entre varias posibles iniciativas.

Xotramu está pendiente de completar la recogida de piezas -hacen un llamamiento a través de las redes sociales para quien quiera colaborar- y finalizar la instalación eléctrica para inaugurar el museo, costeado con fondos propios y ayuda de la Diputación.

Una vez abierto, será un complemento a nave de la Igrexa Vella, que ya ha acogido diversos actos desde su rehabilitación y en la que prevé exponer una muestra fotográfica cedida por el Iescha o programar una actuación de Mamá Cabra organizada por la Anpa A Granda de Muimenta.

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