Trabajo, esfuerzo, progresión, compañerismo, fuerza mental e inteligencia. Todas son palabras que definen a la perfección a Diego Villares, futbolista formado en el Rácing Vilalbés y que acaba de incorporarse al primer equipo del Deportivo de la Coruña, subiendo del Fabril, donde cumplía su tercera campaña. A ellas se unen también otras, orgullo y alegría, por el salto que acaba de dar el joven vilalbés.
"Hai un sentimento unánime nos que o coñecemos, o club e o concello. Todos nos alegramos por el. É un xogador de equipo importante e seguro que vai facer unha boa tempada. No Fabril era, sen dúbida, o líder, e agora ten unha merecida oportunidade", explica Simón Lamas, actual entrenador del primer equipo del Vilalbés, pero que coincidió con Villares, del que además es amigo, en juvenil y como coordinador de la cantera.
Pese a no trabajar mucho tiempo a sus órdenes, Simón fue testigo de la gran progresión de Villares desde que entró en el club rojiverde, en alevín, y tiene claro cual es el secreto de su éxito. "É un traballador incansable, pero o máis importante que ten é a súa mentalidade, que foi o que o levou a ir dando pasos cara a adiante todas as tempadas", señala.
Perteneciente a la generación del 96, "a mellor no club na historia recente", Villares tardó en destacar, sobre todo entre otros compañeros que sí lo hicieron de forma más temprana. En los primeros años su presencia en el banquillo era habitual, hasta que llegó a la Liga gallega cadete, donde empezó a despuntar.
"Gañou todo a base de esforzo e de constancia, sendo moi deportista, coidándose moito, e absorbendo e interiorizando todo o que ía aprendendo", apunta Simón, mientras recuerda que siendo cadete ya jugó en juvenil y en el segundo año en esta categoría estuvo entrenando seis meses con el primer equipo. Y aquí, en abril del 2014, con 17 años, llegó su debut en Tercera División, con Charly como técnico.
El Vilalbés apuesta por Villares y Simón, como coordinador de la base, aprovecha que Óscar Gilsanz le pide a su llegada una relación de jugadores juveniles. "Eu poño catro ou cinco, e a Villares como un máis da plantilla, por nivel e capacidade. Recordo que Óscar se sorprendeu moito con el no primeiro amigable do verán e aí gañouse ser titular na primeira xornada, na que marca, ante o Alondras. Acaba xogando máis de 20 partidos de titular sendo xuvenil de terceiro ano", explica.
Tuvo la oportunidad de irse a otras canteras de clubes importantes, pero decidió seguir en el suyo formándose, trabajando y viviendo experiencias enriquecedoras, como la fase de ascenso a Segunda B del 2018, en cuya primera eliminatoria, ante el Atlético Pulpileño, fue el héroe al anotar el penalti decisivo para pasar de ronda en un play-off por primera vez en la historia del Vilalbés.
Esos fueron sus últimos pasos como rojiverde, ya que ese verano fichó por el Fabril. Aunque volvió a A Magdalena cedido en enero —"estabamos nun mal momento e a súa chegada supuxo un cambio psicolóxico no equipo, era o mellor xogador que podiamos incorporar", afirma Simón—, su trayectoria blanquiazul también fue impoluta. "Ningún adestrador que tivo vai falar mal del. É un xogador súper valorado en todos os planteis", asegura Simón.
Su salto al primer equipo del Deportivo no por esperado por muchos fue menos sorpresivo, quizás por la situación del equipo y porque Villares ya no es sub-23. Él mismo reconocía pillarle la noticia "de sorpresa", pero recibirla "con moita ilusión".
"Nunca se me pasara pola cabeza xogar no primeiro equipo. Estou moi contento porque é unha oportunidade para min. Vouno dar todo", dijo el joven futbolista, que ya tuvo sus primeros minutos, este domingo contra el Coruxo, causando una gran impresión.
