Vilarmouro vuelve a la vida

Javi Sabín y Álex Souto alquilaron una finca en un lugar de la parroquia pontesa de Ribadeume que llevaba más de un siglo sin vecinos y al que no llega la corriente eléctrica. Allí están creando un ambicioso proyecto ganadero
Javi Sabín y Álex Souto, con las vacas de su explotación de Vilarmouro. M.MANCEBO
photo_camera Javi Sabín y Álex Souto, con las vacas de su explotación de Vilarmouro. M.MANCEBO

La conexión de Javi Sabín y Álex Souto fue casi tan instantánea entre ellos como con la finca que en plena pandemia decidieron alquilar en Vilarmouro, en la parroquia pontesa de Ribadeume, un lugar que han devuelto a la vida y donde esperan sacar adelante un ambicioso proyecto ganadero.

Se conocieron en 2003 en Lugo cuando cursaban Agrícolas. "Vivimos juntos e hicimos una gran amistad", cuentan, mientras explican que después sus caminos se separaron pero siempre mantuvieron el contacto.

Álex, que es natural de A Coruña, trabajó por España adelante realizando controles de la PAC, y Javi, pontés de nacimiento, se matriculó en Veterinaria y tomó el relevo de la explotación que su familia tenía en A Capela, un trabajo que compagina todavía hoy con el de veterinario.

"Tenía idea de ampliar en A Capela y a Álex le surgió una oportunidad laboral en la zona que luego salió mal. Coincidió justo cuando vimos el anuncio de la finca, le propuse si se animaba a cogerla conmigo, y así empezó todo", resume Javi, que cuenta que los arrendadores, además de las fincas y las naves, les dejaron 13 vacas.

De esta manera Vilarmouro, con más de un siglo sin vecinos -no aparece ni en el Instituto Galego de Estatística (Ige) y es de los pocos lugares de As Pontes a los que no llega la corriente eléctrica- volvió a resurgir de la mano de estos dos ganaderos, que ya tienen "21 reproductoras, un toro y algún ternero".

"Este año compramos dos vacas vianesas porque queremos probar con razas autóctonas, aunque la idea es tirar por la rubia gallega", explican, recordando que en su explotación, ubicada en una finca grande de 26 hectáreas y otras dos más pequeñas -en total tiene a su disposición 37 hectáreas-, realizan pastoreo regenerativo rotacional y, en un futuro, quieren apostar por "ecológico".

Además de las vacas, su principal sustento -quieren comercializar lotes de carne en venta directa, actualmente venden los becerros a través de la cooperativa vilalbesa Almoga, con la que Javi ya tiene relación por su explotación de A Capela-, también tienen ovejas y gallinas. "Nos gustaría poder dedicarnos a la avicultura tradicional y vender también los huevos", dice Javi, mientras Álex indica que en Vilarmouro hay espacio para todo, también para la apicultura.

"Cuando llegué me hice socio de la Casa do Mel de Goente y son los que me están asesorando con las colmenas", confirma el ganadero, que compagina sus tareas en la explotación con su labor como técnico en el monte Forgoselo y con otro trabajo como camarero.

"Esperamos que poco a poco podamos ir creciendo y viviendo de esto lo más dignamente posible", dice Álex, que defiende que se trata de una profesión "mucho menos esclava de lo que se cree".

"Sí es cierto que a veces hay que venir a deshora, que no podemos tener un mes de vacaciones continuo, pero en el fondo es un trabajo que permite conciliar", defiende el ganadero, que siempre tuvo claro, como su amigo Javi, que este era su futuro. Solo les queda seguir luchando por él.

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