El sorteo para la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División B volvió a depararle al Rácing Vilalbés un desplazamiento lejano, tal y como ocurrió hace siete años, cuando el conjunto chairego disputó su primer play off y se enfrentó al Alhaurín de la Torre. En esta ocasión, el rival a superar es el tercer clasificado del Grupo 13 de Tercera División, correspondiente a la Región de Murcia: el Club Atlético Pulpileño, de la localidad almeriense de Pulpí.
Algo más de mil kilómetros separan a los dos clubs, en el que es el desplazamiento más largo dentro de la península que podía tocarle al Vilalbés. «Es muy lejos, es la valoración que puedo hacer», reconoció el presidente el club, Franciso Ruiz, pocos minutos después de conocer el resultado del sorteo celebrado ayer en Las Rozas.
«Para el aficionado no es lo ideal que toque un rival de tan lejos, pero el club va a intentar hacer un viaje organizado para que pueda ir quien esté interesado», explicó Ruiz.
El sorteo también deparó que el Rácing Vilalbés juegue el partido de ida como local, lo que le permite organizar el vieja para la vuelta con algo más de calma. El presidente del club rojiverde también confirmó que, tras hablar con su homólogo del Pulpileño, se descartó celebrar el encuentro este sábado 19, por lo que ambos conjuntos se enfrentarán el domingo 20 en un horario todavía por determinar.
El entrenador del conjunto chairego, Óscar Gilsanz, también mostró su pesar, pensando en la afición vilalbesa, por la lejanía del rival. «Es un desplazamiento muy lejano y yo quería precisamente lo contrario, que fuera algo cercano para que la afición pudiese ir también, porque es un día especial para el Rácing Vilalbés», manifestó el técnico.
Gilsanz reconoció que, una vez conocido el rival de la primera eliminatoria, empezaron «a pedir valoraciones e informes» del mismo. «Hasta mañana -por hoy- no tendremos una valoración más deportiva, pero lo que sí que tenemos claro es que es un equipo de play off y lo es en un grupo que es único y en el que los equipos de arriba están hechos normalmente para lograr el ascenso», explicó, al tiempo que apuntó la curiosa coincidencia de que en el Pulpileño juega actualmente un exjugador rojiverde, el defensa Bruno Caballero, fichaje de invierno del Vilalbés en la pasada temporada. «Nos encantará reencontrarnos con él», apuntilló Ruiz.
El Atlético Pulpileño cerró la competición regular con 68 puntos -tres menos que los rojiverdes- tras firmar 20 victorias, siete empates y once derrotas. Anotó 58 goles y encajó 34, siendo el equipo menos goleado de su grupo. Además, se mostró toda la temporada muy fuerte en su campo, el estadio de San Miguel, donde solo encajó tres derrotas y un empate, todos ellos en los seis primeros encuentros como local.
Se presenta así un enfrentamiento «difícil, complicado», tal y como lo calificó Gilsanz, que aseguró que, tras firmar una campaña espectacular en Liga -logrando un tercer puesto histórico para el Vilalbés-, el objetivo ahora es «dar guerra e intentar pasar la primera eliminatoria», batiendo así otro récord en base a la anterior fase de ascenso en 2011.
