Vilalba sigue en racha con un segundo de El Niño que pellizcan Guitiriz y Burela

Interior del bar El Estudiante, donde ha caído parte del segundo premio de la lotería de El Niño. ELISEO TRIGO (EFE)
photo_camera Interior del bar El Estudiante, donde ha caído parte del segundo premio de la lotería de El Niño. ELISEO TRIGO (EFE)

Vilalba sigue en racha. Tras repartir 520 millones de euros en el Gordo de la Navidad, la suerte vuelve a sonreírle y pellizca un segundo premio de El Niño, que también agarran Guitiriz y Burela. Si hace unos días el 71.198 fue el Rey Midas de A Chaira -convirtió en oro 1.300 décimos-, ahora es un repartídisimo 18.442 (75.000 euros por décimo) el encargado de arrancar sonrisas y descorchar botellas, aunque no en masa porque el número llegó a media España.

Las terminales de la cafetería Bella Galicia, en Burela; el bar Estudiante, en Vilalba, y la administración El Milenio de Oro, en Guitiriz -con un décimo cada una y un premiado anónimo, al menos por el momento-, fueron las encargadas esta vez de repartir la suerte en Lugo.

El imán del Gordo de Vilalba multiplicó las ventas para el sorteo de El Niño, con un incremento del 20% en la provincia, según aseguraba ayer María del Pilar Lorenzana, la delegada comercial de Loterías y Apuestas del Estado en Lugo. «A consecuencia del premio subieron un 20% aquí y en España se bajó un uno. Es muy destacable», explicaba la delegada comercial, tras brindar con el responsable de la administración guitiricense, después de entregarle el cartel de un premio que cualquier lotero luce con orgullo. Es símbolo de ventas aseguradas.

"A partir de hoy ya puedes ampararte en algo, si no te dicen que eres un cenizo. Pero el campeón es el Gordo de Navidad y ese se resiste"», explicaba Manolo Díaz, el responsable de una administración que, pese a repartir muchos e importantes premios, se estrenó este sábado en el sorteo de El Niño.

"Con los décimos de máquina los premiados son anónimos. Se sabe que se vendió en ventanilla, pero viene mucha gente de paso. No tenemos ni idea de quien puede ser el afortunado", dijo, mientras destacó el incremento de ventas desde que tocó el Gordo en Vilalba.

"Hubo un efecto dominó. Y en un radio de 100 kilómetros a la redonda repercutió. Viene más gente de fuera y se compra más. Se genera movimiento", explicó Manolo Díaz, un hombre que conoce bien la calle y el sentir de muchos clientes. "Todos los viernes me hago 400 kilómetros entre Lugo y A Coruña", apuntó.

Desde Vilalba, el encargado de repartir la suerte esta vez fue Antonio Amido, el responsable del bar Estudiante. También se estrenó en el sorteo de El Niño, y el pellizco, dijo, se agradece porque "dá moita felicidade e moita publicidade".

"Oxalá que Vilalba sexa a nova 'Manolita' do norte. Esto dálle moita vida ao pobo. Eu quedeime sorprendido. Fíxose moitísima lotaría pola máquina e vendeuse moitísimo máis dende que tocou o Gordo. E iso que non o dimos nós", dijo el responsable del local entre risas, mientras hablaba de clientes mucho más variados, de diferentes lugares, sobre todo de Asturias y de un nuevo afortunado que encontró la suerte en Vilalba pero del que no saben nada.

"Nestes casos ou o conta el ou é imposible sabelo, porque é un décimo entre moitos", explicó Amido, que augura un buen futuro para el negocio y anima a toda la gente "a probar sorte".

"Dimos ata 500.000 euros nalgún premio pero o único que nunca repartíramos fóra no Nadal. Agora que xa dimos no sorteo de El Niño tocará dar o Gordo. Non hai dous sen tres e estase cocendo para que volva tocar en Vilalba pronto. Oxalá", apuntó el dueño del bar al que esta vez le tocó repartir la suerte.

Es algo con lo que sueña cualquier lotero. El responsable de la administración Alcázar de Vilalba, Daniel Formoso, acaba de vivirlo hace apenas unos días, pero reconoce que el corazón le dio un vuelco al escuchar Vilalba una vez más en el sorteo de El Niño. "Sabíamos que no era nuestra administración, pero da igual. Es muy positivo que vuelva a tocar en Vilalba. Es una forma de mantener el nombre de la localidad ahí y es positivo para todos. Que siga la racha, y que no pare".

EN LA COSTA. Una racha que también sigue en Burela, donde el bar Bella Vista vendió otro décimo del segundo premio a los pocos días de haber dando un quinto de Navidad. 75.000 euros frente a los 6.000 de diciembre, que sigue haciendo sonreír al matrimonio que regenta el establecimiento, Ángeles Fernández y Eliseo Fernández.

Ella ya intuía que podría volver a caer. Un pálpito al que se sumó la cantidad de décimos expedidos para el sorteo, muy superiores en número a los vendidos el pasado año. "El Niño es un sorteo en el que la gente juega mucho, más que en Navidad, porque hay más reintegros y más premios, pero este año mucho más", algo que achaca la mujer a que "la gente ha comprobado que es verdad que toca y que puede caer en cualquier sitio", dice entre risas recordando no solo su venta en el establecimiento sino también la lluvia de millones caída en Vilalba el pasado de 22 diciembre.

El agraciado puede ser cualquier cliente de los muchos clientes que hacen sus apuestas en el local, aunque se supone que se trata de alguien habitual, por lo que no se descarta que puedan ser incluso las agraciadas con el quinto premio de Navidad. Sería una bonita carambola, que en la jornada de este sábadp no fue posible confirmar porque las agraciadas se encontraban de viaje fuera de Burela por lo que no pudieron comprobar los números adquiridos en el local, que se supone que son varios y con diversas terminaciones.

Al ser por terminal es difícil que se conozca la identidad del ganador si este no la releva, pero es igualmente positivo para el incremento de la ventas, que también en notó en este sorteo en A Mariña, tocada de refilón por la suerte del Gordo en Vilalba. Hubo incluso administraciones, como la de Mondoñedo, que agotaron la lotería literalmente, teniendo que tirar de máquina, algo que nunca recuerda que pasara su administador, Jesús Lombardía.

Y es que el recelo de algunos clientes a los décimos por terminal es algo que se ha vencido totalmente, a lo que sin lugar a dudas ayudan premios como estos.

En el caso del Bella Galicia llevan sellando "desde el 73 o 74, fuimos de los primeros de Burela", cuentan Ángeles y Eliseo, que hacen memoria de los premios cosechados desde entonces. "Grandes han sido seis o siete, el más numeroso de 35 millones de pesetas de una quiniela de fútbol, como otra que dimos por importe de 18 millones también de pesetas" y otros premios menores, entre los que destaca uno de 35.000 euros de 2016 o los más recientes, del 22 de diciembre o el de este sábado, de 75.000 euros.

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