Vilalba agradece el "amor aos demais" de las monjas y voluntarias del asilo

El patronato rindió homenaje a la congregación Franciscanas Misioneras de la MAdre Divino Pastor, que estuvo en la institución durante ocho décadas, y a cuatro colaboradoras vilalbesas

"Todas vós sodes a alma do asilo. Queremos que esa pegada que deixastes sexa coñecida polas seguintes xeracións e sirva como exemplo a todos os que pasen por aquí", resumió al final de su intervención Carlos Zoilo López, presidente del patronato de la Fundación Hospital Asilo en el homenaje que la institución rindió este viernes a las monjas de la congregación Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, que estuvieron en el centro vilalbés a lo largo de 80 años, y también a las voluntarias de Vilalba que les ayudaron en sus tareas de atención a los usuarios en las últimas décadas.

El acto, celebrado en el nuevo jardín de la residencia de mayores vilalbesa, congregó a numeroso público, ya que no solo estuvieron los usuarios, sino también decenas de vecinos que quisieron arropar y "cubrir unha débeda de gratitude a unhas persoas de conductas exemplares e de actos sinxelos e desprendidos", tal y como apuntó el alcalde, Agustín Baamonde.

El exsecretario del patronato, Alejandro Novo, recordó la "humanidad, sonrisa de oreja a oreja, los abrazos y los mimos a los mayores" que despachaban las monjas, a las cuales definió como "el alma máter de esta institución". De las voluntarias —Tita Criado, Sofía Fraga, Sagrario Guntín y María del Carmen González—, destacó su labor y que fueran "uña y carne con las hermanas", además de "las animadoras de los festivales y festividades que se celebraban".

Tras las intervenciones, se procedió a la inauguración y bendición por parte del obispo de la Diócesis Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras, de una escultura, obra de Valdi, en la que el artista quiso plasmar la "acollida, o abrazo que hai hacia a xente do pobo e a xente maior". "Quixen explicar o sentido que teñen estes centros, ese refuxio que temos ao final dos nosos días e que ás veces non o temos nas nosas familias pero si grazas a xente voluntariosa como a que hai aquí. Iso só se explica con amor, con amor hacia os demais", manifestó Valdi.

También estuvo presente este viernes una representación de la congregación, que se mostró muy agradecida por el homenaje, y Modesta Cendán y Veneranda González, las dos últimas monjas que estuvieron en el asilo, hasta diciembre de 2017.

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