Mari Carmen Vázquez acudió al cuartel de Vilalba a presentar una denuncia por violencia de género en junio, tras la que se detuvo a su marido, Manuel Vázquez, con el que había iniciado los trámites de divorcio. La víctima sufría, según fuentes consultadas, maltrato psicológico desde hacía tiempo, pero no hay constancia de agresiones físicas previas.
La jueza, una vez escuchadas las partes, concedió a Mari una orden de alejamiento que prohibía a Manolo comunicarse con ella o acercase a menos de 300 metros. Él abandonó entonces el que había sido el domicilio familiar durante sus 21 años de matrimonio y se instaló en la casa de su familia en Nete. Pero no supo aceptar este cambio en su vida, no asimiló la separación y en algún momento entre el sábado y el domingo, regresó a la casa, supuestamente mató a su mujer en el garaje y se ahorcó.
La familia de Manolo se preocupó al no tener noticias de él y en la noche del sábado presentó una denuncia por desaparición. El padre de Mari, que también reside en Vilalba, solía hablar con ella a media mañana. Al parecer lo hizo el sábado, pero el domingo, al no conseguirlo, se preocupó y acudió a la casa, también sin respuesta. Alertó a la Policía Local y se descubrió el trágico crimen.
Este martes, a las 18.00 horas, tendrá que enterrar a su única hija, que ya es velada en el Tanatorio de Vilalba y recibirá sepultura en Sancovade. Lo hará arropado por quienes han mostrado su repulsa a un nuevo asesinato machista, un triste consuelo para la pérdida de Mari, que no tenía hijos. Los restos mortales de Manolo han sido ya trasladados al tanatorio Azahar y su familia ha decidido despedirlo en la intimidad, profundamente apenada por lo ocurrido.
