Los vecinos recuperan 461 hectáreas de monte en Muras tras siete décadas

El pleno aprobó retirar las fincas de A Gañidoira y Ximarás del inventario para devolverlas a sus dueños, que en la dictadura se vieron obligadas a entregarlas

Pleno de Muras. XAORA FOTÓGRAFOS
photo_camera Pleno de Muras. XAORA FOTÓGRAFOS

Después de casi siete décadas, los más de 50 propietarios de los montes de A Gañidoira y Ximarás, que en la dictadura se vieron obligados a entregar sus fincas para un plan de reforestación estatal, recuperan lo que ya era suyo. El pleno del Concello de Muras aprobó, con la unanimidad del BNG, el PSOE y el PP, reformar el inventario municipal para poder retirar de él estas propiedades, que suman en total 461 hectáreas.

Esta votación, que llega después de mucha burocracia y de que el gobierno local abriese un expediente de investigación sobre el tema, es el paso definitivo para devolver los terrenos a sus propietarios originales, que ahora podrán iniciar las gestiones a nivel particular para acreditar cuáles son sus fincas, en muchos casos ya herencias de generaciones pasadas, y volver a usarlas.

"Estamos moi contentos, é un paso moi importante e era unha cuestión de xustiza social", explica el regidor de Muras, Manuel Requeijo, que recuerda que estas 461 hectáreas de monte "foron usurpadas na época da ditadura" y que "a súa devolución era algo que se levaba reclamando durante moitos anos porque os propietarios deixaron de ter pleno dereito sobre as súas terras".

Fina Carballés, propietaria: "Non nos dan nada novo, era noso, foi pagado no seu momento e temos a documentación de toda a vida"

Los montes, todos privados, fueron entregados al Concello en el año 1952 -aunque los propietarios nunca se los cedieron de forma oficial a la administración local- para desarrollar un plan de reforestación estatal coordinado por un consorcio entre la Diputación -en los años 70 esta se salió- y Patrimonio Forestal do Estado, que luego se convirtió en el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona), cuyas competencias asumió la Xunta de Galicia en la década de 1980.

Los problemas se agravaron a partir del año 2000. Primero un jurado provincial de montes en mano común empezó a interesarse por los terrenos, pero los vecinos se opusieron, presentaron un contencioso y el TSXG les dio la razón. Después, el anterior gobierno local los inventarió y se registraron en el Catastro.

"No Concello non había nada que acreditase que era titular, ningún papel, e os veciños si acreditaron que os montes eran seus e teñen documentación", explica Manuel Requeijo, que asegura que el equipo de gobierno se marcó desde el principio como reto devolver la titularidad de las fincas a sus dueños originales. "É a nosa responsabilidade na defensa dos veciños", argumentó el regidor, que indicó que en la actualidad hay una parte de terrenos plantada a pinos y otra de monte raso.

"É unha grande alegría. Non nos dan nada novo, que xa era noso, pero grazas a Deus as fincas volven ser da nosa propiedade", decía este viernes Fina Carballés, una de las afectadas, que quiso destacar su agradecimiento hacia una corporación "valente e cumplidora".

José María Chao, propietario: "Es un gran paso que nos devuelvan lo que nos quitaron por la fuerza hace tanto"

"Toda a vida na miña casa contouse que na época de Franco houbera que retirar ata os cabalos e alindar as vacas fóra dun monte que era noso e era algo que sempre se quixo recuperar. Foi pagado no seu momento e temos a documentación de toda a vida", explicaba esta vecina, "contenta" por lo logrado pese a reconocer que no saben si podrán plantar o no. "De momento non temos idea, pero dá igual, é noso", apuntó.

Otro de los afectados, José María Chao, se mostraba también satisfecho. "Es un gran paso para nosotros, que nos devuelvan lo que quitaron por la fuerza hace tanto tiempo y poder volver a hacer lo que queramos. De lo suyo, uno hace un pandero", decía al otro lado del teléfono, mientras recordaba que a su padre "lo multaron por cortar toxos hace 40 años" y a él le denegaron su petición de hacer un pastizal hace poco tiempo.

En su caso tiene alguna finca comprada y otras heredadas, "alguna pertenece a la familia desde hace muchas generaciones", matizó. "Todo el mundo tiene la documentación y aún hay hasta marcos y hubo muchos intentos para recuperar las fincas en varias épocas, con abogados, pero ahora y si Dios quiere cuando tengamos la documentación podremos celebrar", añadió.

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