Los vecinos de Castro se vuelcan con los dueños de la frutería siniestrada

El local provisional, cedido gratuitamente, recibió este miércoles a numerosos clientes

Hilario Ramil, en la nueva frutería provisional. J.Á.DÍAZ
photo_camera Hilario Ramil, en la nueva frutería provisional. J.Á.DÍAZ

El pueblo de Castro de Ribeiras de Lea se ha volcado en los últimos días con los dueños de la frutería Marga -un céntrico negocio que fue destrozado en la madrugada del sábado al domingo cuando un vehículo de alta gama se empotró contra él- que este miércoles abrió sus puertas en un garaje próximo que fue cedido gratuitamente por los vecinos.

Esta ubicación provisional no supuso un impedimento para que numerosos clientes se acercasen a lo largo de toda la jornada hasta el local a realizar sus habituales compras. "Estamos moi contentos coa xente. Vendeuse igual de ben que sempre, a clientela está respondendo moi ben", afirmó el dueño, Hilario Ramil, agradecido por todas las muestras de cariño.

Y es que aunque reconoció que han sido "días moi duros", la situación la han podido llevar mejor "grazas ao cariño da xente". "Estamos moi agradecidos pola colaboración e o apoio de todos. Incluso do alcalde, que tamén se preocupou dende o primeiro momento por nós e instalou un peche perimetral", dijo Hilario, recordando lo duro que fue para él "ter que tirar máis de 3.000 quilos de froita ao contenedor".

Esa es una de las cifras de un accidente que será difícil de olvidar para los vecinos, pero sobre todo por los dueños de la frutería, que están inmersos en las obras de restauración de su negocio.

"Xa está feito ao redor do 30% do que hai que facer", señaló Ramil, esperanzado en que se puedan recortar los tiempos de los trabajos. "Cremos que as obras poderían estar acabadas nunhas dúas semanas, unha menos do que pensabamos ao principio", indicó el dueño de la frutería Marga, quien aseguró que solo la estructura del negocio se vio afectada. "Comprobaron o resto do edificio e está ben", concluyó.

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