Un mundo de colores

Marga Rodríguez Sánchez, natural de Puertollano y vecina de As Pontes desde hace 47 años, encontró en el pincel la forma de expresar su particular manera de ver la vida

Marga Rodríguez, con uno de sus últimos cuadros. EP
photo_camera Marga Rodríguez, con uno de sus últimos cuadros. EP

Marga Rodríguez Sánchez, natural de Puertollano (Ciudad Real) y vecina de as Pontes desde hace 47 años, ha logrado a través del pincel mostrar su vitalidad y su particular manera de ver el mundo. No es una artista al uso. a sus 74 años ha decidido que en sus cuadros la vida sea de colores.

"Hace unos años empecé a ir a lecciones de pintura, siempre me había gustado. En 2012 me uní al grupo artpo y continué con las clases de arte, como yo las llamo", explica Marga, que siempre que puede acude fiel a su cita todos los martes y miércoles, junto al resto de artistas ponteses que conforman este grupo.

Allí aprende nuevas técnicas y recibe los consejos de su profesora, aunque cada uno tenga ya su estilo definido. "A mí me gusta pintar cuadros abstractos. No soy de copiar de otros autores, pinto a mi aire", reconoce la artista, mientras explica que se divierte incluyendo diversos objetos. "Lo mismo me da por ponerle un enganche de un sujetador que coger el tapón de un fregadero", cuenta, al tiempo que afirma que su artista de referencia es el pintor ruso Kandinsky.


Marga Rodríguez ya ha expuesto en Cervo, Foz, Cerdido o As Pontes con el grupo Artpo, del que forma parte desde 2012 


Su arte cargada de "mucho colorido" ya ha causado sensación en Cervo, Cerdido, Foz o as Pontes. "He participado en las exposiciones de Artpo. Mis cuadros no son usuales, pero han tenido buena aceptación", asegura Marga, que no se plantea venderlos.

"En una ocasión tuve una oferta, pero no me compensaba porque lo tenía que llevar a Madrid. Prefiero hacer cuadros para familiares y amigos, como regalo", confirma, mientras reconoce que tampoco tiene en mente estrenarse en solitario. "aunque tenga el pelo y las uñas de colores y sea una mujer moderna, a los 74 años no tengo ganas de exponer sol", dice, tras confirmar que hacerlo con el resto de artistas de artpo ya le reconforta lo suficiente.

Y sus cuadros hechos "por amor al arte", como ella misma asegura, tienen relevo en una de sus nietas. "Pinta muy bien, tiene grandes habilidades, a la otra se le da mejor la música", explica, mientras echa la vista atrás y recuerda que a su padre "también se le daba bien el dibujo". Todo un arte heredado y con sello propio.

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