Tradición y devoción en Galgao

La romería de San Cosme da Montaña, en Abadín, volvió a citar este miércoles a decenas de fieles, que en coche o a pie honraron al mártir médico
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photo_camera Imposición del santo en la iglesia de Galgao. M. MANCEBO

Tal y como marca la tradición cada 27 de septiembre, decenas de fieles llegados desde distintos puntos de la provincia -mayoritariamente de la zona de A Mariña, pero también de la comarca chairega- se desplazaron a pie o en coche a la iglesia de Galgao, situada a los pies de la A-8 en Abadín, para disfrutar de la ferviente devoción que se mantiene casi intacta en la romería de San Cosme da Montaña.

Así lo reivindicaba un grupo de tres mujeres, todas hermanas, que llegaron al templo andando con sus chalecos reflectantes procedentes de Mondoñedo. "Vimos dende que eramos nenas", contaba una de ellas, mientras las otras asentían indicando que es importante "que non se perda a tradición", en la que también se incluye "volver á casa coas roscas para os avós e os pais", decían con una sonrisa señalando la bolsa.

                      Imposición del santo en la abarrotada iglesia de Galgao y fieles procesionando fuera del templo.
Fieles procesionando fuera del templo. M. MANCEBO

En el entorno del templo, que ofreció tres misas por la mañana -la última, la más multitudinaria, fue presidida por el obispo de Mondoñedo Ferrol, Fernando García Cadiñanos- y una por la tarde, había puestos de venta de alimentación, ropa y también de velas y exvotos con partes del cuerpo y con forma de animales.

Y es que al San Cosme da Montaña, que también se le conoce como el mártir médico y se le venera según crónicas religiosas ya desde el siglo X, se le atribuyen poderes curativos tanto para los humanos como para los animales.

Por eso muchos fieles se ofrecen al santo, como fue el caso de dos hermanos de Abadín. "Vimos pola nosa saúde, a dos nosos e a dos animais", afirmaba uno de ellos, mientras recordaba que "en case 80 anos" de vida había acudido a la romería "andando, a cabalo, en bicicleta e agora, dende hai uns anos, en coche".

Los dos, con una de las imágenes y varios exvotos, cumplían como muchos otros fieles con la promesa de dar varias vueltas al templo. "Se un se ofrece, ten que cumprir para ben ser", concluyó este abadinés, con la mirada puesta en reponerse después del esfuerzo.

Y es que aunque la fe mueve montañas, en esta romería también hay muchos visitantes que aprovechan para degustar sabrosos manjares típicos como el pulpo y el churrasco u optan por compartir un refrigerio a los pies del templo en la vermú, que estuvo amenizada por el trío Merengue.

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