Esta propuesta permitirá a un grupo de 15 mujeres, todas ellas cuidadoras informales, representar sobre las tablas una pequeña pieza teatral este viernes 17, a las 17.00 horas, en la Casa Dopeso, un debut que estará solo abierto para familiares y amigos.
Para llegar hasta aquí, las participantes en esta iniciativa han tenido que recorrer un largo camino, que se inició con otros talleres. "Primero tuvimos que hacer un trabajo de limpieza para eliminar sentimientos como la soledad, la culpabilidad, la negatividad o la frustración", explica Verónica, que también las ayudó a "autoconocerse" y desarrollar "nuevas competencias, eliminar complejos y reforzar su autoestima".
"Es un proyecto amplio con el que intentamos que salgan de su esquema diario de cuidados y estimular otros papeles", dice Verónica, que con sus alumnas y sus mochilas vacías, inició otro proceso utilizando el teatro como herramienta terapéutica.
Con diferentes dinámicas abordaron aspectos como la voz, la concentración y atención, la retención y memoria o la expresión corporal. "A través desta preparación, as mulleres coidadoras comprenderon e interiorizaron outro punto de vista sobre a súa propia vida xa que, dende a escenificación aprenden a relativizar, ironizar e ata ridiculizar os capítulos máis dramáticos da súa vida para aliviar a carga emocional", añade por su parte la concejala de Benestar Social, Tania Pardo, consciente de las bondades que tiene haber podido crear para ellas "un espazo de crecemento persoal, no que recoñecerse, redescubrirse e reciclarse".
Con el paso definitivo, que llegará este viernes con su debut interpretativo, además de divertirse y disfrutar (gracias a los consejos del actor profesional Juan Anillo, que las acompañó en las últimas sesiones del taller), podrán visibilizar también su papel de cuidadoras, que "no está suficiente valorizado por la sociedad", critica Verónica.