El motivo de la suspensión radica en la imposibilidad de comparecencia de uno de los abogados que no pudo acudir al proceso por encontrarse enfermo.
El juicio había sido fijado para este jueves a las 10,00 horas, pero el miércoles a última hora de la noche se decidió la suspensión del mismo. Todavía no hay nueva fecha para su celebración.
110 ARMAS. La Fiscalía pide una pena de ocho de cárcel para el hombre, con raíces familiares en Begonte y Guitiriz, que acumuló durante años un arsenal de armas de guerra que escondía en una vivienda unifamiliar de Parga y en su habitación de la residencia militar de A Coruña.
El acusado tenía en la localidad guitiricense un taller clandestino "dotado con la maquinaria y las herramientas necesarias para realizar la alteración, reparación y puesta en funcionamiento de armas". En la inspección de esta casa en 2015, donde la Guardia Civil localizó el citado taller, y de otros dos inmuebles en A Coruña, los agentes contabilizaron un total de 110 armas de fuego. También hallaron piezas "fundamentales" para rehabilitar las armas, diversa documentación y equipos informáticos.
Este militar deberá responder ante la supuesta comisión de un delito de depósito de armas de guerra por el que el ministerio público pide también diez años de inhabilitación para poseer la licencia de armas.
El arsenal fue descubierto en el marco de un registro por una investigación con la que el procesado estaba vinculado. Las armas estaban escondidas en dobles fondos de armario y en huecos diseñados para ocultar los rifles, pistolas y munición que, durante años, este subteniente fue acumulando, según sostiene Fiscalía en su escrito de acusación.
En total y dentro de la llamada operación Garand, fueron requisados 34 fusiles y rifles de diferentes calibres y marcas, una ametralladora ligera, 16 subfusiles, 13 carabinas, 57 pistolas, cinco revólveres, 390 cargadores, 10 silenciadores, 52 cañones de diferentes tipos de armas, casi 4.5000 cartuchos metálicos, 53 piezas de repuesto, 4 kilos de pólvora y una prensa de recarga de cartuchería.
Asimismo, Fiscalía asegura que el militar, que se encuentra en activo, también se dedicaba a la venta de armas sin estar habilitado legalmente para hacerlo. Así, le atribuye una docena de operaciones de armas automáticas y manuales.
Por todo ello, considera que es autor de un delito de tenencia de arsenal de guerra, pues gran parte de las armas que poseían en sus domicilios no están dentro de la licencia para el manejo de armas que tiene por su condición de militar.