¿Quién protege la muralla de Vilalba?

La colocación de material de obra en los restos de la considerada antigua fortaleza medieval de Vilalba sacó a la luz que estos no están amparados ni en el Catálogo de Patrimonio Cultural
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photo_camera Estado actual de la muralla y su entorno, que fue vallado hace unos días tras reorganizar el material. M. ROCA

La reciente aparición de diverso material de obra sobre los considerados únicos restos de la que fue la fortaleza del castillo de Vilalba no solo generó críticas ante lo que se contempla como un ataque al patrimonio local sino que también destapó una realidad que la inmensa mayoría desconocía. Y es que la llamada por todos muralla medieval resultó no estar protegida al tratarse de una zona que no cuenta con ningún elemento catalogado.

Así lo confirmaron desde la propia Xunta, responsable de la obra que se está ejecutando en un inmueble en la Rúa Concepción Arenal, para rehabilitarlo y destinarlo a vivienda de promoción pública, y cuya adjudicataria fue la que realizó el acopio de los materiales, casetas y herramientas no solo en las inmediaciones de la muralla sino en los propios muros.

"Trátase dunha parcela privada que foi alugada pola empresa para realizar os acopios e na que non hai coñecemento de que existan limitacións. É unha zona que non está catalogada, tampouco sinalizada nin protexida", indicaron desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda.

Aún así, se realizaron después las comprobaciones oportunas en el Concello y la respuesta obtenida fue la misma: ni rastro de elemento incluido en el Catálogo do Patrimonio Cultural de Galicia y que, además, se trata de un terreno particular.

"Son ocupacións necesarias para executar a obra nun ámbito onde, ademais, apenas existe espazo. En todo caso, a empresa organizou de novo os acopios e tratará a zona con especial coidado, quedando no estado orixinal unha vez finalizada a actuación", dicen desde Vivenda.

Este hecho causó sorpresa en el propio Concello y entre los vecinos, ya que todos daban por hecho que la considerada muralla medieval era un Bien de Interés Cultural (BIC), sobre todo teniendo en cuenta que podría formar parte directamente del ámbito de protección de la Torre de Andrade y que, además, está integrada en el trazado del Camiño Norte, BIC en sí y declarado Patrimonio de la Humanidad en 2015.

El propio PSOE, estando en la oposición, criticó en 2017 la colocación sobre sus restos por parte de la Xunta de un mojón del Camiño Norte y otros grupos políticos reclamaron su puesta en valor con propuestas en sesiones plenarias a lo largo de los últimos años.

"Consultamos cos técnicos municipais e efectivamente non está recoñecido como ben patrimonial en ningún lado. Haberá que miralo, consultaremos a ver que podemos facer", reconoció el edil de urbanismo, Luis Fernández.

También mostró su sorpresa por las razones aportadas por ambas administraciones Eduardo Ramil, director del Museo de Prehistoria e Arqueoloxía de Vilalba (Mupav), que organizó muchos años una ruta arqueológica por el casco urbano y los restos de la intersección entre la Rúa do Sol y Concepción Arenal eran parada obligada.

"Se conoce la existencia de la muralla, está recogida en la documentación turística del Concello. Una parte se derribó hace unas décadas y entonces medía cuatro metros de alto. Además, por ley cuenta con la máxima protección patrimonial", asegura.

Tramitación. Ramil hace referencia al Decreto del 22 de abril de 1949 de protección de los castillos españoles, que indica que estos y sus fortificaciones y restos, conocidos o no y sea cual sea su estado de conservación, son considerados patrimonio nacional.

Esta normativa se incluyó en las leyes de patrimonio posteriores, tanto la estatal de 1985 como en las autonómicas de 1995 y 2016.

Pero todo parece indicar que hay algo que se escapa en este asunto y la clave podría estar en un mero trámite administrativo. Sí, todas las murallas defensivas son BIC, pero tiene que demostrarse que efectivamente es una muralla defensiva, con la documentación existente y analizando su configuración.

En cuanto a los documentos, uno de los más completos es el texto titulado La muralla de la villa, de la obra Villalba en el siglo XIX, del cronista local Antonio Peña Novo, donde recoge las referencias sobre los antiguos muros en crónicas antiguas y escrituras de transmisión de bienes o de propiedades, con las que incluso realizó un plano con un trazado de la fortificación, que tendría un perímetro de "más de 500 metros que abarcaban más de dos hectáreas y formaba un polígono irregular, casi un cuadrilátero".

"Probablemente non exista ese trámite administrativo feito. De facelo e comprobarse que é unha muralla medieval, que é o que hai que ditaminar, cunha inspección dos técnicos de Patrimonio, por exemplo, tería a declaración de BIC automaticamente", explicó Felipe Arias, arqueólogo y exdirector xeral de Patrimonio, haciendo referencia a la misma legislación citada por Eduardo Ramil.

¿Y cómo se puede iniciar esta gestión? Desde la Consellería de Cultura explican que la solicitud para catalogar un bien "pode realizala calquera persoa, tanto ante o Concello para a súa inclusión no Planeamento Municipal, como mediante un formulario dirixido á Xunta de Galicia", mediante un procedimiento específico (CT135B - Inclusión de un bien en el catálogo del patrimonio cultural de Galicia) de la sede electrónica. Solo hay que dar el paso para que nuestro pasado llegue al futuro.

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