La pulpería Marisol sirvió en mesa en la celebración quincenal de Castro de Rei

Los comensales cumplieron con las distancias en el campo de la feria y agradecieron esta vuelta a la rutina
Mesas para comer el pulpo en la feira de Castro de Rei. C.PÉREZ
photo_camera Mesas para comer el pulpo en la feira de Castro de Rei. C.PÉREZ

"Esto é vida, xa nos tardaba", afirmaban Alejandro y Sagrario, de San Martiño de Ferreiros (Pol), aparcando momentáneamente sus mascarillas para dar cuenta de sendas raciones de pulpo "aquí, debaixo dos castiñeiros, nun día tan bo", servidas por la pulpería Marisol de Sarria, que este domingo, con la autorización del Concello, instalaba varias mesas en el campo de la feira, tal y como hizo el día 20 en la cita de Sarria, donde los pulpeiros también pudieron servir en mesa.

Cuatro personas se encargaron de atender el goteo constante de personas que acudieron para llevar el cefalópodo a casa o "por fin", degustarlo in situ. "Botabámolo de menos, é unha tradición e xa tardaba, son cerca de tres meses sen probalo", indicaban Modesta, Isidro y Alfonso, de Castro de Rei, una opinión compartida por Bonifacio y Ángeles, de Caraño (Pol), o por José Antonio y Pepe, de Goberno (Castro de Rei).

"Non sabiamos que o había, viñemos comprar e ao velo, xa pedimos", decían Corral, Sierra y Edrosa de A Pastoriza, que al igual que Masbindo y José Manuel, o Raúl, o Nicolás, o muchos otros que, cuando van a la feira, son fieles a un manjar que, aseguran, este domingo estaba "moi bo".

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