Francisco Fernández: "Prohibido estar aburrido ou triste"

Fuegos artificiales y un pregón muy melancólico dieron el pistoletazo de salida a las fiestas veraniegas de Rábade que, un año más, contaron con su eterno Rei da Chaira

Jesús Robles. SEBAS SENANDE
photo_camera Jesús Robles. SEBAS SENANDE

"Rábade un pueblo pequeño y joven, pero con alma de grande y maduro", sentenciaba este viernes el pregonero de este año, Jesús Robles. El municipio lucense vive estos días sus Festas de Verán, laicas, sin santo ni santa. En los bares del pueblo cuelga un mismo cartel: "Se hace comida para reuniones familiares"; hasta las cocinas descansan durante, al menos, una jornada.

Además del Rabafolc, donde este viernes se dieron lugar conciertos como el de Treixadura, durante los próximos cinco días habrá eventos, como la Esbatuxada o el Día de Bicicleta, sesiones vermú y verbenas, actuaciones de Los Satélites, Huracán o Claxxon.

Este año comienza una actividad nueva que quiere reunir a abuelos, abuelas, nietos y nietas. Es conocido como O Subidón dos Avós, una competición en la que los más mayores intentarán llegar los primeros a la meta con los más pequeños en un carrito, silla o elemento seguro sin motor. "O tempo logo pasa; hoxe case non camiñan: aproveitade estes anos para crear recordos porque, cando menos o pensedes, deixan de ser pequenos e comezan a facer o tour da cerveza", dijo el alcalde, Francisco Fernández Montes.

El otro protagonista de la jornada fue el mismo que en los últimos 40 años, el Rei da Chaira. La figura de cabezudo que homenajea a Pepe Pena

El centro de menores Santo Anxo fue y será parte importante de la localidad, así lo hizo constar el pregonero en sus palabras.

"Hace tres años que me cesaron. Vuestras 700 firmas como protesta siguen sin ser respondidas por el conselleiro. Este es el único centro de menores de la provincia", mencionaba en las líneas más reivindicativas. "Aún recuerdo aquellos años, hace unos 35, mi camino dos días a las semana en un flamante Dos Caballos con cántaros de leche de la granja Arjeriz para los niños. Siempre pensaba en los caminos de vuelta: "¿A quién se le ocurriría poner la Casa do Concello en el límite?"".

Casi emocionado, Jesús Robles -esta vez en gallego- recordaba cómo los niños del centro "eran parte do pobo" y repetía eso que todos los jóvenes alguna vez escuchan: "Como no te portes bien vas al reformatorio de Rábade". Antes de gritar un "¡Viva Rábade!" coreado por toda la plaza, levantó el honor de la institución y de los locales. "A xente chamaba cando algún escapaba, sempre colaborou. Sabemos que non se pode ensinar nunha gaiola e Rábade non lle tiña medo á liberdade".

El otro protagonista de la jornada fue el mismo que en los últimos 40 años, el Rei da Chaira. La figura de cabezudo que homenajea a Pepe Pena, un hombre que recorrió todas las fiestas que pudo y, en especial, las de su Rábade natal. Tras unos fuegos artificiales y en medio de gaitas, globos y confeti, cuatro cabezudos destaparon al eterno fiestero.

"Eu recórdoo con zocas e pantalóns de cores; gústaballe que o mirasen, pero era moi boa xente", comentaba una de las asistentes. "Subía aos palcos, sacaba a man e pedía cigarros, a xente tiráballos; era moi querido", completaba otro asistente.

Tras la velada, el alcalde dio por inauguradas las fiestas al grito de "queda prohibido aburrirse ou estar triste nestes días".

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