La investigación por la desaparición de Enrique Bolívar Díaz Pardo, el octogenario de Abadín al que se le perdió la pista en la tarde del domingo 3 de septiembre después de visitar a una vecina en el barrio de Fontepresa, ubicado en la parroquia de Quende y a escasos 200 metros de la vivienda donde residía solo, continúa avanzando y, según ha trascendido, ya habrían sido varios los vecinos e incluso trabajadores de algunos negocios de la comarca los que habrían prestado declaración sobre este asunto.
Los investigadores buscan así detalles o pistas que puedan arrojar luz sobre una desaparición que según se cree podría no ser estándar o usual, como las que se dan en otros casos de personas con edad avanzada o problemas de memoria u orientación, y en la que incluso tampoco se descarta que pudiese haber implicadas otras personas.
En este sentido, el Instituto Armado confirmó ya hace unos días que sobre la ausencia prolongada del octogenario chairego se mantienen varias líneas de investigación abiertas.
Una de ellas tiene que ver con el incendio de un vehículo en una gasolinera que actualmente permanecía cerrada en la localidad de Ribadeo, situada a varios kilómetros de distancia del punto donde desapareció Enrique Bolívar Díaz, pero que se produjo la misma noche en la que se le perdió la pista. Por ello, los investigadores creen que podría haber una posible conexión entre las dos circunstancias. No se facilitan datos del coche ni de su propiedad porque se apuntaría a personas en concreto y por el momento no hay investigados y mucho menos detenidos.
El vehículo quedó completamente calcinado, pese a los esfuerzos de los bomberos del parque de Barreiros por sofocar las llamas. La Guardia Civil tomó muestras en el coche. También durante las labores de búsqueda, que se prolongaron varios días no solo en la parroquia de Quende, sino también en otros lugares próximos como A Corda, Fanoi, Galgao o Romariz, entre ellas el bastón roto del octogenario, cuya desaparición sigue siendo un misterio.
