Una pontesa aislada en Soria critica la falta de atención pese a tener síntomas

Sara González lleva una semana encerrada en casa ante la sospecha de estarcontagiada. Dejaron de hacerle el seguimiento telefónico y no le realizan la prueba

La joven pontesa Sara González, de 33 años, denunció la desesperación y "angustia" que está sufriendo al encontrarse sola en Soria y aislada en casa ante la sospecha de estar contagiada por coronavirus, una enfermedad por la que, una semana después de iniciar los síntomas, todavía no le han hecho la prueba para confirmarla ni le realizan el seguimiento telefónico desde el centro de salud de referencia.

Esta trabajadora de una empresa de parques eólicos se encontraba en Soria por trabajo, el cual ya finalizó -de hecho, sus compañeros ya se fueron a sus respectivas casas-, cuando el pasado viernes 13 empezó a tener fiebre.

"La tuve hasta el domingo. Al principio pensé que era un catarro o gripe, pero ese día ya empecé con la tos. Llamé 20 veces o más al teléfono de información de Castilla y León y no me cogieron.Luego probé con el 112 y mi hermana lo intentaba desde A Coruña. Al final, fui al centro de salud de Almazán, y desde el aparcamiento, junto a la puerta,sin entrar, expliqué qué me pasaba y me atendieron fatal", relató Sara, que explicó que "de malas maneras" le mandaron irse a casa y tomar paracetamol.

"Estoy aislada, de baja, con fiebre, tos y diarrea y sola, por lo que no puedo salir al súper o a la farmacia a por suero" 

Poco después, y como le habían tomado los datos, la llamaron y, tras pedirle disculpas, le dieron la baja médica y le comentaron que la llamarían dos veces al día"porque tenía síntomas compatibles con el coronavirus". A estos se unió, desde el martes, la diarrea.

"Ahora estoy aislada, de baja, con fiebre, tos y diarrea y me mandan una dieta astringente, pero al estar sola no puedo salir al súper o a la farmacia", se lamenta, al tiempo que explica que probó a buscar supermercados y restaurantes con servicio a domicilio pero allí no hay. También mandó un mail al Ayuntamiento para pedir ayuda, pero no tuvo respuesta."Estoy que no sé qué hacer. Tampoco quiero salir viendo cómo estoy y contagiar a alguien", dice.

La situación empeoró a partir del jueves, cuando desde el centro de salud le dijeron que, al llevar 48 horas sin fiebre, la llamarían solo una vez al día. "No me han vuelto a llamar, cuando es obligatorio que me atiendan así si no es presencialmente", critica.

Apunta también que entonces preguntó por la prueba del Covid-19 y que le dijeron que si no tenía ya fiebre ni dificultad para respirar no se la hacían, "cuando tengo compañeros en Lugo, Victoria o Zaragoza a los que se la hicieron con solo un día de fiebre".

Muy afectada, Sara González añade que desde inspección de Sanidad no la dejan volver a Galicia porque sus datos figuran ahora en Soria y su familia tampoco puede desplazarse, mientras su tos va a más. "Me cuesta espirar, pero ya no sé si es de la enfermedad o de la angustia que tengo", afirma.

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