Un incendio calcina por completo un almacén con 200 pollos y conejos en Vilalba

Las tareas para sofocar el fuego se prolongaron durante varias horas, hasta cerca de las cinco de la madrugada
Almacén calcinado en Vilalba. EP
photo_camera Almacén calcinado en Vilalba. EP

"O dano material foi moitísimo e economicamente é un pau grande, pero os cartos son cartos e as vidas son vidas", resumí este miércoles Gemma Fernández, aún con el susto en el cuerpo, las consecuencias del incendio que sufrió un almacén anexo a una nave de productos agrícolas ubicada en la parroquia vilalbesa de Corbelle.

Cuantiosas pérdidas en cuanto a productos y la muerte de unos 200 animales —pollos, gallinas, pavos y conejos que tenían para venta al público y también autoconsumo— es el balance de este suceso, registrado en la madrugada del miércoles 24 y en el que la rapidez a la hora de dar la voz de alarma fue clave para evitar que las secuelas fueran mayores.

Un vecino fue quien avisó pasados unos minutos de la medianoche a los propietarios de la nave que, pese a vivir al lado, permanecían ajenos a lo que ocurría. "Cando me deitei sentín dous petardazos e mirei para fóra e non vin nada raro. Agora penso que seguramente era a uralita do tellado que estaba estoupando", relata Gemma. Fue entonces cuando llamó al 112, pero le salió "unha locución dicindo que estaban todos os operadores ocupados".

"Enténdoo, onte —por la madrugada del 23 al 24— era unha noita complicada polo San Xoán. Así que o seguinte número no que pensei foi o 061, aínda que non había feridos, e eles xa coordinaron todo, porque despois busquei no Google o número dos bombeiros de Vilalba e xa me dixeron que estaban avisados e xa viñan", recuerda.

Así, hasta el lugar se trasladaron, además de los bomberos del parque comarcal vilalbés, el servicio municipal de emergencias, los voluntarios de Protección Civil de Vilalba y la Guardia Civil, que prestaron apoyo en unas tareas de extinción complicadas y que se prolongaron hasta las cinco de la madrugada.

"Meteron un camión na nave e con outro foron pola parte de atrás para apagar o lume", explica Luis, mientras piensa en la suerte que tuvieron de que las llamas no se propagaran al resto del recinto. "Os bombeiros dixeron que a sorte foi que estaban as portas pechadas. Porque o lume chegou a un aseo, que está pegado ao almacén e á nave, e todo o que había dentro ardeu e xa estaba pegando na porta. Era cuestión de minutos que pasase ao interior", manifestó.

Así, dentro de la nave solo se vio afectado ese aseo —que tenía guantes de trabajo, trajes de agua y botas de trabajo y de agua— y algún material a causa de las labores de extinción, mientras que en el almacén, que quedó completamente calcinado, había, además de los animales, cajas y viruta para su transporte, decenas de comederos y bebederos, jaulas, palés con mercancía, productos de jardinería y plantas, entre otros.

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