El plan local de salud del servicio de atención primaria de Vilalba fue uno de los 14 que la Xunta puso en marcha como experiencia piloto este año, siendo pionero en la provincia de Lugo. Tras seis meses operativo, el jefe de servicio de esta área, Isidro Álvarez Chorén, asegura que las medidas implantadas "permitieron ya mejorar la gestión de la demanda asistencial", así como "acercar el servicio a la comunidad y que esta participe y colabore con los centros de salud".
¿En qué consiste el plan local de salud?
El objetivo principal es propiciar cambios de cara al nuevo modelo de atención primaria, porque el que había ya era obsoleto, algo que se vio con la pandemia, dotando de autonomía a nuestro servicio. El plan permite hacer frente a problemas sociosanitarios de nuestra comunidad, acercando el servicio a la sociedad en base a dos aspectos: proyectando el centro de salud hacia la comunidad, empoderando a la población, haciendo que participe, y convirtiendo el centro de salud en un lugar de reunión entre la comunidad y los profesionales del servicio.
¿Cuáles son sus objetivos?
Mejorar la situación de los profesionales, sobre todo ahora con la falta de personal que hay, facilitando el trabajo en equipo y con la asignación de nuevas funciones, reordenando competencias profesionales. Y también que la sociedad (profesionales de la educación, Anpas, farmacias...) colabore con el servicio. Que pase de ser sujeto pasivo a activo.
¿Cómo se desarrolló el plan?
Hace poco más de un año empezamos con la creación de un grupo de trabajo inicial bajo mi dirección y de la coordinadora de enfermería, y se comenzó analizando las necesidades del servicio de Vilalba. Preparamos un dosier muy completo, con datos demográficos, geográficos, económicos y sociosanitarios. El servicio abarca los concellos de Abadín, Cospeito, Xermade, Muras y Vilalba como cabecera. Son más de 22.000 habitantes en 1.050 kilómetros cuadrados. El 23 de febrero se firmó el plan y se puso en marcha para un periodo de tres años.
¿Qué acciones se han aplicado?
Se está usando el Sistema de Xestión Integrada da Demanda (Xide) y ya nos han felicitado. Consiste en que los pacientes van a ser atendidos dependiendo de la patología que se describe en el mostrador. El administrativo pregunta el motivo de la consulta y, según lo que contesta, el programa lo deriva a un profesional u otro o a atenderlo ese día o dentro de varios. Parece que está funcionando bien. En el plan se prevén también los nuevos procesos asistenciales finalistas por parte de enfermería, que puede solucionar de forma independiente algunos problemas de salud y eso está descongestionando las consultas médicas.
¿Qué otras propuestas se llevarán a cabo?
Tenemos cuatro acciones previstas. Las dos más avanzadas son dar charlas de educación sexual en los institutos y otras acerca de sobrepeso y obesidad infantil, dirigidas a escolares, padres y madres, etc. También se inició el contacto con las oficinas de farmacia de todo el servicio, para hacer reuniones sobre educación para la salud y solucionar problemas que puedan surgir entre ellas y los profesionales de la salud, como desabastecimiento de medicamentos o problemas con las recetas. Nunca se han hecho y las han valorado muy positivamente. Por último, se iniciará un programa de atención al cuidador del enfermo crónico, en el que participarán enfermería y el psicólogo del centro de salud, con formación, cursos y apoyo psicológico. Esto es para los que ya están dentro del programa Ariadna, de atención personalizada de enfermería a pacientes crónicos.
¿Cómo de compleja ha resultado ser su aplicación a nivel práctico?
A nivel organizativo es un cambio muy grande. Adaptar las agendas de calidad supuso reformar todo el trabajo que se hacía en el mostrador, que ha cambiado al 100%. Se tiene que repartir el trabajo de otra manera y han cambiado las competencias, las funciones y la formación de los profesionales. Sacar el centro de salud a la calle implica que hay dos profesionales específicos que ya han ido a dar charlas, por lo que cambia la organización.
¿Cuál es el fin último del plan?
Lograr un liderazgo compartido. El plan es dinámico y tiene que ser participativo y descentralizado. Se comparten las acciones, pero no solo con los propios profesionales, sino en la comunidad. Esto permite dar más autonomía y aumentar la proactividad asistencial.
El objetivo es cambiar al nuevo modelo de atención primaria. El que había era obsoleto, se vio con la pandemia
¿Qué conclusiones se pueden sacar tras los primeros meses en marcha?
El de Vilalba es uno de los primeros servicios de atención primaria de Galicia en tener plan local de salud y, por ahora, se vio que mejora la satisfacción de los profesionales, la atención integral del paciente y la satisfacción de los usuarios y también del resto de personas porque potencia la función comunitaria. Es una apuesta muy importante por el modelo de una gestión innovadora abierta.
El conselleiro de Sanidade vino a Vilalba el pasado abril a presentar el plan y habló de que estaba prevista la incorporación de tres facultativos con plaza en propiedad en este servicio. ¿En qué punto está esto?
La Xunta de Galicia convocó un concurso de méritos y por ahora están adjudicadas la plaza de mañana y la de tarde del centro de salud de Vilalba. Aquí quedaría por cubrir otra del cupo de tarde, que está sin ocupar actualmente por una baja. De esas tres previstas, faltaría por asignar la de Xermade, que ahora quedó vacante, pero se realizará una segunda vuelta para intentar cubrirla.
