Piden un año de cárcel a un futbolista por pegar a otro en Cospeito y lo niega

La víctima y sus compañeros aseguraron que el agresor tenía un tatuaje en un brazo, pero se remangó ante el juez y no tiene ninguno

Un partido de fútbol hace ya más de tres años entre el CD Cospeito y el CD Alfoz -celebrado en el campo del primero- dio este miércoles sus últimos coletazos con un jugador del equipo mariñano sentado en el banquillo de los acusados del Penal número 2 de Lugo.

El joven, que está acusado de propinarle un puñetazo y romperle la nariz a un jugador del equipo rival, negó los hechos ante el magistrado. "En cuanto el árbitro pitó el final del partido", explicó, "vi una tangana en el campo, pero no me acerqué ni quise saber nada. Yo no agredí a nadie". Sus compañeros de equipo también explicaron que se montó un tumulto tras el encuentro, pero aseguraron que no vieron ninguna agresión. "Hubo algunos empujones sin la mayor importancia. Lo típico y normal en estos partidos", apuntaron.

El denunciante y sus compañeros, sin embargo, negaron que se produjeran incidentes y afirmaron que el único problema fue el puñetazo que el acusado le propinó al otro jugador "por detrás y de forma repentina".

Todos ellos afirmaron además que el autor de la agresión fue el acusado "con toda seguridad", y explicaron que no tenían dudas porque el agresor llevaba dorsal número 5 y tenía un tatuaje en el brazo derecho, concretamente en la zona del antebrazo. La víctima señaló igualmente que le vio perfectamente la cara después de recibir el puñetazo.

El acusado, con iniciales G.R.P., reconoció que jugó ese partido con el número 5. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando la abogada del denunciante le pidió al acusado que se remangara la camisa para enseñar el tatuaje que llevaba en el brazo derecho, ya que el chico se levantó la manga, hasta el codo, y la sala pudo comprobar que no tenía ningún tatuaje.

En el transcurso de la vista oral también prestó declaración el árbitro, quien se limitó a decir que no pudo ver ninguna agresión y que únicamente observó al herido tendido en el suelo y sangrando por la nariz.

CONDENA. Tras escuchar los testimonios de los implicados y los testigos, el ministerio fiscal mantuvo su petición inicial y solicitó para el acusado una condena de un año de cárcel como autor de un delito de lesiones. Además, pidió que indemnice a la víctima en la cantidad total de 3.800 euros por las lesiones que le ocasionó y las secuelas que todavía arrastra desde el día del ataque.

El letrado de la defensa, por su parte, pidió la libre absolución de su cliente, al considerar que no quedó acreditado de ningún modo que fuera el autor de la agresión y que las lesiones del denunciante, en medio de la tangana, pudieron haberse producido de diversas formas.

El juicio quedó visto para sentencia y el titular del juzgado de lo Penal número 2 de Lugo tendrá que determinar ahora si el denunciante y sus compañeros del CD Cospeito observaron claramente al agresor y éste se deshizo de su tatuaje, o si el acusado nunca tuvo ningún dibujo en su antebrazo y dice la verdad cuando niega rotundamente los hechos.

Comentarios