A Pastoriza afronta la despedida más dura

Decenas de vecinos asisten en la parroquia de Crecente al funeral conjunto de la mujer asesinada y su agresor ► Familiares achacan el crimen a la demencia del hombre, que podría haber intentado auxiliar a la víctima tras atacarla
El funeral celebrado en Crecente. SEBAS SENANDE
photo_camera El funeral celebrado en Crecente. SEBAS SENANDE

En una desapacible tarde, con esa lluvia intermitente que parece dudar en caer o no, y un viento que removía por dentro, A Pastoriza afrontó la despedida más dura. Decenas de vecinos se arremolinaron alrededor de la iglesia parroquial de Crecente, que se quedó pequeña, para despedir a la última víctima de violencia de género de Galicia, Manuela Iglesia Fernández, de 79 años, y a su presunto asesino, Hortensio Ónega Murado, de 82, en un funeral conjunto rodeado de tristeza y sentimientos encontrados.

Con puntualidad británica, a las 17.00 horas, los féretros de un matrimonio que compartió más de media vida entraron así en la iglesia, juntos, mientras muchos vecinos, agarrados a sus paraguas, esperaron fuera.

Tras la misa, y un implacable silencio, los féretros salieron de la iglesia y volvieron a los coches para ir rumbo al cementerio, situado a unos metros, en una comitiva encabezada por los familiares de los fallecidos. Y sobre todos, la misma duda: ¿por qué?

Dos días después del trágico crimen son muchos los que todavía no se acaban de creer lo sucedido, algo que ni se explican ni se imaginaron nunca. Muchas voces aluden a que él estaba enfermo, pendiente de pruebas sobre un posible caso de alzhéimer, pero a tratamiento por la demencia y, que a veces, "perdía a cabeza".

Algunos familiares, e incluso vecinos, achacan lo sucedido a un posible brote psicótico del octogenario e intentan desmarcar este trágico crimen de la negra lacra de la violencia de género, pese a que el resultado fue el mismo. El sábado por la tarde, en la casa que ambos compartían en de Crecente, el marido acabó con la vida de su mujer antes de suicidarse.

Manuela Iglesia es la 62ª víctima mortal de la violencia de género en Galicia desde 2003

El informe de la autopsia revela que la víctima, que fue hallada en la cocina, presentaba varios cortes efectuados con un cuchillo, uno de los cuales le causó la muerte. La puñalada mortal fue una que le impactó en un costado, pero también tenía cortes en el cuello y en las manos y un golpe en la cabeza.

En la cocina, además, había sangre del hombre, que habría intentado quitarse la vida cortándose las venas y cerca del cuerpo de la mujer hallaron la camisa de éste, que podría haber utilizado para tratar de taponarle las heridas al ser consciente de lo que había hecho. Luego, pese a sus problemas de visión y movilidad, logró subir al piso superior -encontrar restos de sangre en otros puntos de la casa-y se arrojó por la ventana del desván.