Serán 19 piezas en total, tantas como parroquias tiene Begonte, y ya son cuatro las que pueden visitarse, tras la incorporación de tres nuevos pasos en el Camiño do Belén en Damil, Pacios y San Vicente de Pena.
Con motivo de la celebración del cincuentenario del nacimiento electrónico, el Concello de Begonte se propuso hacer partícipe a todos los vecinos de esta importante efeméride. Surgía así la iniciativa de llevar una conmemoración del belén a cada parroquia a través de una serie de obras escultóricas diseñadas por el artista lucense César Lorenzana, tejiendo una especie de red de rutas que conduzcan al centro cultural José Domínguez Guizán, junto al que se instaló la pieza inaugural en la Praza Irmáns Domínguez Guizán. Esta, unas ajadas botas de un caminante, de la que incluso se obsequió con una réplica el papa Francisco, sirvió en las pasadas navidades para presentar el proyecto.
Ahora, otro calzado, en este caso unas tradicionales zocas, que recuerdan a los oficios tradicionales y la vida en la aldea que tan bien representa el belén, se pueden ver y fotografiar junto a la antigua escuela de Damil.
El castillo de Herodes, que se expuso en la Praza Irmáns Souto Montenegro durante el Mercado de Nadal, se ubica cerca del parque infantil de Pacios, mientras que la otra parada ya disponible para vecinos y visitantes está en San Vicente de Pena, donde se ha colocado un hacha sobre un leño.
Tanto estas cuatro creaciones como las 15 que faltan, que previsiblemente se irán ubicando a lo largo de este año –la próxima será en Saavedra y se espera que esté colocada para los Milagros–, tienen como materia prima principal la madera, tal y como avanzaba Lorenzana, aunque en su diseño puedan usarse otros materiales complementarios. De hecho, para estas primeras obras monumentales el artista utilizó un lote de pino del país procedente de árboles de unos 40 metros de altura y troncos de cerca de 1,5 metros de diámetro.
Además de llevar a cada parroquia un pedacito de ese nacimiento electrónico que lleva operativo desde los años 70 y fue declarado de interés turístico en 2014, con esta iniciativa el Concello de Begonte también busca desestacionalizar el belén y extender su huella a todo el año, igual que hace ya el mural de Diego As.
