Pasión musical al cuadrado

La pontesa Lara Meizoso y la vilalbesa Sara Puentes participan en el encuentro de la Banda Sinfónica Xuvenil de Galicia
Lara Meizoso y Sara Puentes, las dos jóvenes que participan en el encuentro de la Banda Sinfónica Xuvenil de Galicia en Ribadavia. EP
photo_camera Lara Meizoso y Sara Puentes, las dos jóvenes que participan en el encuentro de la Banda Sinfónica Xuvenil de Galicia en Ribadavia. EP

Comparten una misma pasión y el sueño de que la música siempre esté presente en sus vidas. La pontesa Lara Meizoso y la vilalbesa Sara Puentes llevan ahora todo su entusiasmo hasta Ribadavia, a donde se han desplazado tras haber sido seleccionadas para participar en el Encontro da Banda Sinfónica Xuvenil de Galicia, que arrancó este lunes y se prolongará, entre clases magistrales y recitales, hasta el viernes 8, donde la clausura llegará con un gran concierto en el auditorio Rubén García.

Lara, de 15 años, empezó en la música tarde para lo que suele ser habitual. "Siempre quise tocar el piano, pero lo fui dejando —acudía a otras actividades, como natación o baile— y cuando intenté entrar en el conservatorio con once años ya era tarde", explica la joven, que buscó alternativas dentro del municipio y acabó inscribiéndose en la escuela de música de la Banda Cultural e Recreativa das Pontes.

Allí fue donde descubrió un mundo nuevo y el que es ya su inseparable instrumento. "Empecé con el clarinete y ya no lo cambié", dice, tras haber concluido su cuarto año en la escuela y tercero de la Eso en el instituto.

Lara compatibiliza estos estudios con las actuaciones y ensayos de la Banda Cultural e Recreativa —acude dos horas a la semana— y de la juvenil —una hora— y a las clases de clarinete y de conjunto. Tiempo durante el que es inmensamente feliz. "Me encanta tocar, sobre todo en grupo, me lo paso muy bien", asegura.

Por eso, en cuanto vio en las redes sociales la convocatoria para asistir al encuentro de la Banda Sinfónica Xuvenil de Galicia, no lo dudó. "En verano es más aburrido porque no tienes con quién ensayar ni quien te enseñe, así que me pareció una opción muy buena de aprender y hacer amigos", confirma Lara, que se ha ido por primera vez fuera de casa movida por su pasión musical.

Un gusto que no existía de manera tan especial en su familia, pero que ha conseguido contagiar hasta a sus propios progenitores. "Este año se apuntaron también a la escuela mis padres, les llamó la atención al verme a mí. Mi madre está en piano y mi padre en saxo", explica Lara, que ya tuvo la oportunidad de interpretar con ellos una pieza. "Nada serio", dice entre risas. 

¿Y el futuro? No lo entiende sin melodías, aunque todavía no sabe si va a ser su camino profesión. "No lo descarto, pero todavía no lo tengo seguro. Estoy entre la rama de ciencias y la música", valora la pontesa, que tendrá la oportunidad de vivir esta nueva experiencia junto a Sara Puentes.

La vilalbesa, que iniciará el próximo curso primero de Bachillerato, empezó su formación musical en el conservatorio de la capital chairega con ocho años, aunque ya había ido antes a unas clases de introducción animada por su madre. Su elección, la flauta travesera —el mismo instrumento que toca su hermana pequeña—.

"Desde que empecé lo tenía claro, no me planteé escoger otro", asegura la joven, que también es integrante de la Banda de Música de Vilalba, cuyo director, Daniel Veiga, fue el que la avisó del encuentro de la sinfónica juvenil.

"Me pareció una buena oportunidad", dice, mientras recuerda cómo descubrió que había sido seleccionada. "Estaba en el instituto haciendo una presentación y me llegó un correo electrónico. Me puse un poco nerviosa y muy emocionada, sobre todo emocionada", rememora, al entender que su estancia en Ribadavia le permitirá "coger experiencia, conocer gente y pasármelo bien".

Sara también compagina sus estudios en el instituto con las clases en el conservatorio y los ensayos de la banda. Un esfuerzo que merece la pena y que va encaminado a un futuro profesional que desea que esté vinculado al mundo de la música. 

"Ahora que empiezo bachillerato me planteé qué hacer de mi vida, y me dije, si no hay otra cosa que me guste tanto ¿para que le voy a seguir dando vueltas?", reflexiona Sara, que baraja entre sus opciones hacer el Superior en el conservatorio de A Coruña, donde tiene un viejo conocido.

"Allí da clases de flauta César Concheiro, el que fue director de la banda de Vilalba, pero tampoco me importaría ir a otro sitio", dice la joven, que lo que sí tiene claro es que quiere probar la experiencia de estudiar en el extranjero.

"Me gustaría poder irme un año a Alemania. Quiero dedicarme a tocar, sé que no es fácil, pero creo que fuera hay más oportunidades y se valora mucho más", afirma con una madurez impropia esta joven vilalbesa de 15 años que sueña, igual que su vecina de As Pontes, seguir disfrutando de una pasión musical que, entre las dos, elevan al cuadrado.

Selección
Un vídeo, una oportunidad única
Lara Meizoso y Sara Puentes tuvieron que enviar un vídeo interpretando una pieza que no podía excederse en más de cinco minutos.Y fueron, junto a Santi Cubillas —de Pobra de San Xiao— y Julia Barrera —de Rábade— de la banda mancomunada Músico Crisanto, las seleccionadas de la zona de A Chaira y As Pontes.

Reservas
Otros jóvenes se presentaron a esta iniciativa y no fueron seleccionados para el encuentro de Ribadavia, sí entrarán a formar parte de una bolsa de reserva de la Banda Sinfónica Xuvenil de Galicia. Entre ellos están los vilalbeses Uxía Otero y Violeta Novo (clarinetes), Zaira Goás (saxofón) y Martín Saavedra (percusión).

Comentarios